Por Luis Herasme.
Estados Unidos ha puesto una "papa caliente" al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana -PLD-, con la suspensión de la visa norteamericana al presidente de la Junta Central Electoral -JCE- Roberto Rosario.
Se destacan las diferencias y discusiones entre Rosario y el embajador James Brewster. El país conoce que la Embajada de Estados Unidos no pudo "narigonear" a Rosario respecto a la Sentencia 168 del Tribunal Constitucional sobre quienes merecerían o no la nacionalidad dominicana; tampoco pudo inmiscuirse como hubiera deseado en el proceso electoral del 15 de mayo de este año.
Con la medida el gobierno de Barack Obama no solo recuerda a la nación dominicana la incidencia directa de Estados Unidos en nuestras políticas internas, sino también que presiona al gobierno de Danilo y al Senado de la República para que eviten ratificar a Roberto como presidente de la JCE y en suma le complazcan en el perfil de los nuevos jueces que serían seleccionados.
La Constitución Dominicana dice que somos nación soberana. La respuesta que han de dar el gobierno de Medina, el Congreso y el Partido gobernante, debe reafirmar nuestra soberanía, por más caliente que sea "la papa" de la Casa Blanca. Editado en Neiba, Cabecera de la Provincia Bahoruco, República Dominicana. Contacto: [email protected]
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