Momento selfie.

Por y para personas. La glocalización, el constante aumento de marketing móvil ligado al social media y, cada vez más, el componente humano como epicentro guían las estrategias de las empresas ante estas tendencias.
La satisfacción de las necesidades a través del consumo viene condicionada por una serie de parámetros mínimamente exigibles para alcanzar el éxito comercial. El marketing relacional,sustentado también sobre las nuevas tecnologías, dirige los productos y servicios para consolidarse en el presente contexto como una excelente fórmula de generar lealtad y por tanto fidelización.
Pero parece necesario otro paso más. El mercado y la sociedad demandan una nueva forma de actuar, más corporativa que comercial. En este sentido las empresas de sectores estratégicos son hoy conscientes de la compleja decisión que puede acompañar muchos procesos de compra dadas las circunstancias. Por tanto se autoasignan el compromiso de mostrar empatía social con todos aquellos que de algún modo rodean sus intereses. Se trata de generar familiaridad hacia la marca más allá de sus bienes ofertados y de conseguir proyectar una imagen adecuada de la empresa que hay detrás. Es evidente por tanto que las organizaciones deben seguir adaptándose a esta realidad creando fuertes vínculos con sus públicos ofreciendo algo adicional, además de afianzar las propias ventas. Se trata pues de aportar un valor a dicha relación y conseguir a través del branding generar una exquisita percepción por parte de sus receptores.

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En otro sentido, asistimos a una clara demostración de una sociedad activa y participativa, como demuestra su constante actividad a través de distintos canales. Entre todos ellos, las redes sociales son claro ejemplo de la movilización, de la generación de contenidos, de la retroalimentación de éstos y del feedback ante distintas acciones corporativas. De hecho, los más que renombrados “selfies” (o autofotos) dejan constancia de esta dinámica, y ya no sólo demostrando la publicación de un estado o circunstancia puntual del propio emisor sino también la necesidad social de comunicar.
En resumen, si alguna cosa parece estar clara es que empresas y personas confluyen en un nuevo contexto variable que precisa, entre otros aspectos, una comunicación constante y bidireccional, pero también más introspectiva.
Periódico ESCAPARATE. Suplemento de economía (Agosto-Septiembre 2014)