Real Madrid y FC Barcelona están afrontando los momentos claves de la temporada en las dos grandes competiciones, Liga y Champions.
La Liga parece ya totalmente decidida salvo que se produjeran tres pinchazos consecutivos del Real Madrid lo cual parece muy improbable. En el partido del sábado el equipo blanco hizo un gran trabajo defensivo, destacando en el mismo la pareja de centrales y no tanto los dos laterales, Arbeloa y Conçentro. El Barcelona realiza siempre una fuerte presión sobre el rival cuando no tiene el balón lo que le permite recuperarlo rápidamente y atacar de forma inmediata. Sin embargo en este partido el Real Madrid le entregó el balón y obligó a los blaugranas a empezar una y otra vez el
ataque estático desde su propio campo. Los blancos muy organizados atrás y con las líneas muy juntas impidieron los contragolpes y las transiciones rápidas que suelen realizar los jugadores del FC Barcelona.
Los dos equipos han tenido mala suerte con el calendario al tener el clásico situado entre los dos partidos de una Semifinal de Champions. Tener tres partidos de máxima exigencia seguidos en una semana no es bueno para los equipos. Para el futbolista es muy difícil mantener la tensión y no tiene tiempo para relajarse.
Real Madrid y FC Barcelona llegan justos de fuerzas pero el primero tiene la ventaja de una mayor velocidad por las bandas. Cristiano Ronaldo ha mejorado su forma física en las últimas jornadas y ahora tiene un punto de rapidez que le permite desbordar y desequilibrar en cada acción.
En cambio Xavi, Iniesta y Di María, que también son desequilibrantes como el portugués, están en un nivel de forma inferior debido a las lesiones musculares que han tenido y que han provocado interrupciones en su preparación física impidiéndoles tener una forma óptima en estos partidos tan importantes.