Como dice Ex-empleado de GlaxoSmithKline (GSK) en los comentarios de la información anterior el señor Andrew Witty, presidente de GSK, debe estar pidiéndole a la Virgen un milagro para poder seguir ocupando el sillón tan confortable que tiene en Inglaterra. Pero este señor no sólo preside el segundo grupo farmacéutico que más factura en el mundo sino que también es patrono de patronos, preside la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (Efpia, según sus siglas en inglés). Y esta semana se ha publicado que la patronal farmacéutica europea vive uno de sus momentos más convulsos.
Varios gobiernos europeos han aprobado reducciones del precio que pagan por las medicinas a las farmacéuticas, con el fin de reducir el déficit público en países como España, Grecia, Italia y Alemania. Eso significa que en los próximos años no van a ganar tanto como durante los últimos lustros. Y como he explicado la industria vive una crisis económica pues no es capaz de crear nuevas moléculas a la velocidad que necesitan para mantener altos dividendos, que es en lo que consiste todo esto, y además durante estos años están pasando a ser genéricos muchos medicamentos que con la patente les ofrecían mucho dinero.
Witty no parece muy preocupado por los daños que pueden provocar algunos de sus productos, como también hemos comentado en la info anterior, véase el video de abajo que entre otros documenta el caso de Avandia, que puede provocar infartos de corazón.
A Witty le preocupa la pasta y por ello aboga por una reducción de
“los precios de las medicinas más antiguas, para no afectar al desarrollo de nuevos productos”. Según Witty, también habría que abaratar los genéricos. “Este tipo de productos, que se caracterizan por ser indiferenciados, son actualmente muy caros en muchos mercados”.
Todo para no tocar el verdadero meollo de la cuestión, los fármacos de patente. Los presuntamente nuevos que, aunque se ha publicado hasta la saciedad que en realidad en los últimos años no están patentando casi medicamentos verdaderamente nuevos, sólo copias de otros ya existentes (lo que es a mi parecer un fraude científico) siguen con esta práctica porque con variadas excusas consiguen venderle al Estado estos preparados a muy altos precios. Si se hicieran informes de coste-eficacia de los medicamentos la Administración no aprobaría la compra de más de un 5% de los que paga ahora.
Por cierto, Ex-empleado de GlaxoSmithKline comenta sobre la corrupción médica que hay en nuestro país y que él conoce bien. Me llega un video en el que el médico Juan Gérvas, habla del tema, escuchen:
Pinche aquí para ver el vídeo