Revista Diario
La felicidad en la vida se consigue a partir de pequeñas cosas, que pueden parecer insignificantes pero que hacen que todo tenga sentido. Es importante encontrar esas pequeñas cosas, que son las que de verdad importan.Estos días disfruto de dos momentos en el día que me hacen feliz. Una con mi pequeña princesa, al salir del baño, cuando la arrullo con su toalla (rosa, por supuesto), dándole calor y cariño. Entonces se abraza a mí. Me espachurra, me da un besito con su carita mojada. Y me dice, mamá, te quiero mucho. Así nos quedamos unos segundos. Un instante en el que todo se detiene, hay paz, tranquilidad y amor.Con mi pequeño gran hombre, vivimos ese momento justo antes de ir a dormir. Arrullando su cuerpo cada vez más largo, arropándolo en la cama, con mi moflete pegado al suyo. También son unos instantes. Mamá, te quiero mucho. De nuevo la paz, la tranquilidad y el amor.Vivimos muchos otros momentos felices a lo largo del día pero estos dos me encantan y los espero al final de la larga y ajetreada jornada.