Momias en Toledo ... Sanchito
En el Convento de Santo Domingo el Real de Toledo se halla el cuerpo momificado del infante Sancho de Castilla y Sandoval que falleció en 1370 en la fortaleza de Toro (Zamora) con tan solo 7 años de edad.
Su padre, el rey Pedro I el Cruel, fue asesinado por su hermanastro Enrique de Trastámara, que pasó a ocupar su trono. Cuando muere Pedro I, el infante con solo un año, es trasladado a la fortaleza de Toro (Zamora) junto a su hermano Diego, donde murió. Siempre se había creido que fue envenenado por orden de su tío para eliminar un posible competidor en la sucesión , aunque el infante Sancho no era el primogénito de Pedro I, que tuvo varios hijos con tres mujeres y otros tantos sin reconocer.
En el año 2006 se sometió al pequeño cadáver aun minucioso estudio morfológico, anatomopatológico y toxicológico realizado por un equipo multidisciplinar y en el que se utilizaron las últimas tecnologías, concluyendo que la causa de su muerte no fue el envenenamiento como se sospechaba, sino un proceso infeccioso agudo pulmonar. La microscopía electrónica de barrido no detectó la presencia de tóxicos como arsénico, cianuro o mercurio, muy utilizados en la Edad Media, y los investigadores vieron improbable que el joven infante muriera envenenado.
Se supone que la infección pulmonar le produjo grandes fiebres que le deshidrataron y que facilitaron el proceso de momificación.
Las monjas del convento le llaman cariñosamente "Sanchito", y le tienen bien cuidado y primorosamente vestido de monaguillo.
Incluso parece ser que no ponen demasiados reparos para enseñarlo a las visitas.
http://mtogetafe.blogspot.com.es/2012/03/momias-en-toledo-ii-sanchito.html
El Infante Sancho no murió envenenado
Los análisis realizados a la momia del niño revelan que falleció por una infección pulmonar
MADRID.- Corría el año 1370 cuando el infante Sancho de Castilla y Sandoval, fallecía en la fortaleza de Toro (Zamora) con tan sólo siete años de edad. Era hijo del rey Pedro I de Castilla, más conocido como 'el Cruel', y la historia no había aclarado hasta ahora la causa de su muerte. Más de 600 años después, un detallado análisis de su momia ha permitido a los investigadores descartar que fuese envenenado como algunos sospechaban.
En el siglo XV, los restos del joven infante fueron trasladados al Monasterio de Santo Domingo el Real, en Toledo, por orden de su hermanastra y priora del convento, María de Castilla. Y allí seguían cuando el retablo donde estaba enterrado fue restaurado el año pasado. Aprovechando la circunstancia de la reforma, y con la colaboración de las Hermanas Dominicas, un equipo multidisciplinar de investigadores ha estudiado la momia para tratar de aclarar las circunstancias de su fallecimiento.
Coordinado por Miguel Botella, director del Laboratorio de Antropología Física de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, el equipo cuenta con especialistas del Hospital Clínic de Barcelona, las universidades de Granada y Alcalá de Henares, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) y la propia Dirección General de la Policía Científica de Madrid.
Según ha explicado a elmundo.es sor María Jesús Galán, archivera del monasterio, las investigaciones no han interferido en la vida diaria de las 16 monjas de clausura que viven allí, y que incluso esperaban con expectación sus resultados. "Para nosotras era Sanchito", bromea, "y aunque estamos acostumbradas a que se investigue en nuestro archivo, este caso era más personal, más entrañable".Escáner y biopsias
Mediante el empleo de modernos aparatos de escáner en tres dimensiones y gracias a la biopsia de algunos de los restos de tejido que aún conservaba el cadáver, los especialistas se atreven a afirmar que su muerte se debió a causas naturales y no fue envenenado, como se sospechó cuando se encontraron restos de arsénico en su cabello.
"Este hallazgo por sí sólo no era concluyente porque parece ser que antiguamente utilizaban algún producto para el cabello que contenía arsénico", explica sor María Jesús. Además, en los frescos del retablo se halló esta misma sustancia.
En una primera fase, y gracias a una subvención de la Junta de Castilla-La Mancha por valor de 7.000 euros, el cuerpo de Don Sancho fue sometido a un moderno TAC en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo. Esta prueba no reveló ningún trauma que pudiese haberle causado la muerte al niño. Además, nuevas técnicas de imagen de alta resolución permitieron comprobar que el ritmo de crecimiento del infante era normal hasta el momento de su muerte.
Posteriormente se procedió al análisis de los restos de partes blandas que aún conservaba la momia, como el nervio óptico, corazón, pulmones o el interior de la columna vertebral y el abdomen. Gracias a la autorización de las monjas del monasterio y con un moderno equipo de endoscopia, el Grupo de Paleopatología del Hospital Clínic pudo extraer y analizar dichas muestras. Eso sí, "respetando al máximo la integridad de los restos del Infante".
Este estudio anatomopatológico y toxicológico, ayudado por pruebas de microscopía electrónica, no ha detectado la presencia de tóxicos como el arsénico, el cianuro o el mercurio, lo que permite prácticamente descartar la teoría del asesinato por envenenamiento. Una idea lógica si se tiene en cuenta que Sancho, y también su hermano Diego, fueron encarcelados al morir su padre por su tío Enrique II de Trastámara. El heredero del Rey Don Pedro pretendía impedirles así cualquier pretensión de acceder al trono y exigir su derecho como hijos naturales del monarca fallecido. "Eran niños que estorbaban", sintetiza la archivera.
Sí se observó, por el contrario, un volumen pulmonar mayor al que cabría esperar después de un proceso de momificación. Algo que los especialistas atribuyen a una exposición crónica al humo, probablemente de una chimenea u hogar; y a algún tipo de proceso inflamatorio hemorrágico. Es decir, todo apunta a que la muerte del Infante Sancho se produjo de forma natural, probablemente por culpa de una infección pulmonar aguda, seguramente una neumonía.
En el futuro, este mismo equipo de investigadores planea una reconstrucción facial del pequeño en tres dimensiones para conocer cuál fue su apariencia física en vida. Una vez concluidas las investigaciones, los restos de 'Sanchito' volverán a ser depositados en el hueco del altar del Retablo del Señor de las Manos Atadas, donde se han conservado en tan buen estado todos estos siglos.
MARÍA VALERIO (elmundo.es)http://mtogetafe.blogspot.com.es/2012/03/momias-en-toledo-ii-sanchito.html
Revista Cultura y Ocio
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