Más de 10.000 alumnos visitan el Complejo Turístico cada año.
Exposiciones de `Bienes dispersos´ y de `fotos antiguas´ serán las principales actividades dirigidas a los colegios.
El Monasterio de Piedra, enclave singular de la comarca de Calatayud, se transforma, un año más, en un aula al aire libre para los alumnos de colegios e institutos. En este curso académico, que coincide con la celebración del 800 Aniversario del Monasterio, los estudiantes tendrán la oportunidad de disfrutar de las nuevas exposiciones previstas en el programa de conmemoración.
Cada año, más de 10.000 escolares visitan el Complejo Turístico como una actividad complementaria a su currículum. El Monasterio de Piedra les ofrece arte, historia y naturaleza, así como la posibilidad de descubrir los misterios sobre la producción del chocolate o la tradición vitivinícola de los monjes.
Según explica José Pont, director general del Monasterio de Piedra "las visitas de los colegios son muy gratificantes. La ilusión de los escolares por descubrir cuál es el salto de agua más alto del Parque, observar el efecto del agua sobre las cascadas y la naturaleza o su emoción al observar el vuelo de nuestras aves rapaces son todo un estímulo y nos reafirman en la importancia de preservar el legado cultural y medioambiental para las futuras generaciones. Estamos encantados de que en este curso escolar, además de visitar el Parque y el Monasterio, tengan la oportunidad de conocer más detalles sobre nuestra historia, lo que contribuirá a enriquecer su formación".
Con motivo de la celebración del 800 Aniversario del Monasterio de Piedra, los estudiantes podrán visitar la exposición `Bienes dispersos del Monasterio de Piedra´, una muestra que reunirá aquellos bienes que, con la desamortización, fueron a parar a distintos rincones de la comarca de Calatayud. Con esta exposición, el Complejo Turístico ensalza la riqueza arquitectónica y cultural que caracteriza al Monasterio de Piedra. Asimismo, los escolares podrán disfrutar de una exposición de fotos del Parque y el Monasterio de los siglos XIX y XX que les permitirá trasladarse al pasado para evocar otros tiempos.
El espacio natural que ofrece el Parque permite a los niños desconectar de la rutina diaria y disfrutar de una jornada al aire libre en la que, además, pueden aprender sobre flora y fauna. Además, pueden conocer distintos elementos del patrimonio histórico, arquitectónico y cultural visitando las instalaciones del Monasterio Cisterciense del Siglo XIII, declarado Bien de Interés Cultural.
En las visitas organizadas para colegios, el equipo de profesionales del Monasterio puede adaptar los contenidos a los intereses y niveles de los alumnos. Además, los escolares pueden disfrutar de exhibiciones de vuelo de aves rapaces y de una gastronomía local gracias a menús preparados especialmente para los niños, al tiempo que cuentan con total libertad para llevar su propio almuerzo.