Mondragon considera salud como nuevo referente industria vasca‏

“Hasta fechas bien recientes, la presencia de la industria vasca en el fuerte desarrollo tecnológico de la sanidad del País Vasco vivido en la última década ha sido escaso”. El diagnóstico corresponde a Javier Sotil, vicepresidente de Innovación, Promoción y Conocimiento de Corporación Mondragon. Se sustenta, sobre todo, en la percepción, hoy se ha visto que errónea, de que “la sanidad no demandaba servicios finales de estas características”. Desde este punto de partida, Sotil recuerda como “pese a la existencia de una demanda sanitaria, la orientación de los bienes finales estaba enfocada hacia sectores como el de la máquina-herramienta, la automoción o los electrodomésticos”.
¿Qué ha variado entonces? Javier Sotil incide en que, “más allá de la realidad evidente de los cambios en los sectores ya citados, el sector sanitario se ha tecnificado de manera exponencial en los últimos diez años y ha generado la necesidad de una innovación en tecnologías con escasa presencia. No se trata, tan sólo, de un desarrollo en el campo de la química, donde la industria farmacéutica está bien implantada, sino en sectores como la mecánica y electrónica, donde Euskadi tiene una alta implantación tecnológica. Hace falta enfocar la mirada de la industria hacia ese campo”.
Entre las razones argüidas para ese desencuentro, el especialista asume que “también ha tenido su peso la peculiar estructura del mundo sanitario en el País Vasco, muy centrado en el sector público, sobre todo en Osakidetza. Es un modelo de cliente específico y con una serie de demandas muy determinadas. Eso provocó que la industria enfocase su producción hacia sectores menos concentrados”.
El vicepresidente de Innovación, Promoción y Conocimiento de Corporación Mondragon entiende que “la industria vasca ha de buscar nuevas oportunidades en el sector salud. Es necesario reenfocar las capacidades y, pese a que en casos determinados sea necesario establecer alianzas estratégicas con empresas del exterior, el tejido industrial vasco está preparado para dar respuesta a la demanda tecnológica de la comunidad científica y sanitaria. En no pocas ocasiones es la propia industria la que no es consciente del potencial que tienen para el desarrollo de esta tecnología de vanguardia”.
El sector de la industria médica lanza, por tanto, “nuevos retos en campos tan emergentes como el de la medicina. Se trata,”, puntualiza Javier Sotil, “de conseguir la mejora en la atención a la salud de la población y, a la vez, favorecer el desarrollo empresarial y la innovación. Estos retos son oportunidades para nuestro sector industrial y empresarial, que ha de ver el sector de la salud como fuente generadora de riqueza y empleo en el tejido económico vasco”.