Monegros. El viento el peor enemigo

La maratón de los Monegros, 118km con mas de 900m de desnivel. Como resumen de la carrera solo se puede añadir una cosa: viento, viento y más viento. Es mi único recuerdo.

La cosa ya empezó mal desde el principio. Nuestro plan era llegar pronto el viernes allí, montar la tienda de campaña y irse a dormir pronto. Pero al llegar allí nos dimos cuenta que nos habíamos dejado la tienda, así que tuvimos que llamar a un compañero que llegaba más tarde para que nos la trajera él. Y para añadirle mas emoción a la cosa, nos empezó a llover.

La cuestión, fuimos a dormir más tarde de las 3, y no llegamos ni a dormir 6 horas seguidas, y teníamos que recorrer casi 120km…

Como ya comenté el perfil de la ruta era el siguiente:

Así que empezó la cosa, el inicio muy bonito, pero ya con ráfagas de viento y el terreno encharcado. Aunque quizás lo peor de todo fue la cantidad de gente que salia, a pesar de los cajones eramos demasiados, pero con el transcurso de los kilómetros la cosa fue a a mejor.

Hasta el puerto de montaña me encontré genial, lo subí perfectamente, el primer bajón me llegó bajándolo, pero fue un bajón leve en el cual antes de llegar al 2º avituallamiento se me pasó.

Después del avituallamiento vino la muerte, estebamos en el kilómetro 60 y un viento en contra horrible, y a ráfagas, a los 5 kilómetros ya no podía mas,  no parábamos de subir, con porcentajes muy suaves pero ese viento lo convertía en uno delos momentos más horribles de mi vida encima de una bici. Estaba mareado, sin fuerzas y sin ganas de seguir, pero algo dentro me impedía parar, sabia que si paraba no me iba poder volver a subir en la bici.

En ese momento íbamos haciendo grupos, relevos, pero ya no tenia fuerzas, no aguantaba el hacer relevos. Entonces, me enganche a rueda de un hombre que me salvo la vida, me llevo a rueda durante muchísimo tiempo, hasta que me recupere de la pájara. Entonces quise hacerle el relevo, pero el hombre no aguanto y bajo el ritmo. No lo vi más en toda la carrera pero no me olvidare nunca de el, le debo, como mínimo, una cerveza.

Entonces llegue al bendecido avituallamiento numero 3, madre mía, me puse morado a comer, y pude afrontar la carrera mucho mejor.

Lo que quedaba era lo más suave, pero las imagines que tengo de ese momento no es que sean muy bonitas. En la bajada había que pedalear porque con el viento era imposible moverse, y ver cantidad de gente que se caía en la bajada por la suma de las ráfagas de viento más la falta de fuerzas. El viento era tan fuerte que llegaba a tirar grupos de gente a los huertos.

Estábamos todos desesperados, gente llorando, desanimada, pero ya quedaba menos. Y así, llegamos al final, a cumplir nuestro objetivo. Yo conseguí entrar en la clasificación de plata y con eso ya soy feliz, entre en la misma categoría que mi ídolo, Indurain, y eso me llena de orgullo. Solo me falto una foto con el, una lastima. Para la próxima.

Aquí tenéis unas imágenes que grabe con la gopro, pero la cámara estaba muy sucia y hubo muchos tramos que iba tan cansado que ni me acorde de grabar.

Orbea Monegros Marathon desert bike 2016