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Monólogos de la vagina | Eve Ensler

Publicado el 23 julio 2020 por Carmen
Monólogos de la vagina | Eve Ensler

Título: Monólogos de la vagina
Título original: The vagina monologues
Autora: Eve Ensler
Año de publicación: 1998
Editorial: Ediciones B
Nº de páginas: 121

Voy a empezar la reseña de hoy con una advertencia: este no es un libro de humor. Esto te parecerá una tontería, especialmente si ya has leído este libro, pero a mí el título y la sinopsis que leí me despistaron por completo. El/la que avisa no es traidor/a.

Aunque pueda parecer que me llevé un chasco con esta lectura después de lo que acabo de decir (bueno, un poco sí), lo cierto es que me ha gustado bastante este libro que, en realidad, es una versión actualizada del original, publicado en 1998. Y es que, como bien dice mi hermana (que también lo está leyendo), es un libro que te hace pensar.

Este libro fue revolucionario en su día porque la palabra vagina era un gran tabú, muchas veces por vergüenza o ignorancia, y otras por la censura (legal o social) que sufría. Y ya se sabe que una de las mejores formas de silenciar algo o a alguien es quitarle su nombre. Así que la autora, ni corta ni perezosa, se lanzó a la aventura de recordar a todo/a aquel/la que quisiera escuchar, que la vagina existe y que hay que celebrarla. Y 20 años después, aquel espectáculo de reivindicación se ha convertido en un movimiento con miles de ramificaciones y millones de mujeres y hombres (compañeros necesarios) unidos a la lucha. ¡Qué sensación más espectacular debe ser ver tu obra convertida en un movimiento a nivel mundial!

Como decía, no es este un libro de humor aunque tengamos a los monólogos por piezas de este género. Aquí la autora pone el foco en la violencia contra las mujeres, tanto física (y sexual) como de un tipo más sutil pero igualmente dañina: aquella que niega una parte de tu identidad por considerarla “impura” o un pecado. Y te hace reflexionar sobre todo ello. Porque si hay una cosa cierta en todo esto, es que cada mujer es un mundo, y aunque todas hemos sufrido (y seguimos sufriendo, por desgracia) el machismo, no es igual para todas. Si miras a tu alrededor, seguro que ves muchas cosas que aún deben cambiar. Y sin embargo, casi puedes sentirte una “privilegiada” frente a mujeres de otros lugares del mundo, que ni siquiera disfrutan de los derechos más básicos.

Para mí, el mayor valor de este libro es esa intención de unirnos a todas las mujeres en un mismo nivel, sin dejar a nadie atrás. Hay una crítica común al feminismo: que suele olvidarse de las mujeres negras. Yo, sin embargo, creo que no son ellas las únicas olvidadas (o que tienen motivos para sentirse así). Quizá sea más correcto tratar este tema en una entrada aparte, en lugar de “desvirtuar” la reseña, pero creo que es importante entender desde qué punto parto a nivel personal para que comprendas lo que te cuento sobre este libro. Para mí, el feminismo debe ser un movimiento global y pierde su sentido si hay colectivos dentro del “nosotras” que se sienten desplazado. El feminismo debe identificar su eslabón más débil, el colectivo que más sufre, y luchar desde ahí para igualarnos a todas (y a todos). Solo así será un movimiento realmente fuerte. Y ese “nosotras” incluye a mujeres de todas las razas, nacionalidades, condiciones sociales y económicas, culturas, religiones y orientaciones sexuales.

Es algo que, en la medida de las posibilidades de un libro con esta estructura y este tamaño, sí puede verse aquí. La autora entrevistó a cientos de mujeres, todas ellas diferentes en sus circunstancias, y por ello se acuerda de las mujeres de, digamos, su colectivo (mujeres blancas de un país desarrollado), pero también de las mujeres del sudeste asiático que si siquiera tenían una palabra para dar nombre a su vagina, de las mujeres africanas que sufren prácticas tan terribles como la ablación genital, de las mujeres asiáticas que se vieron obligadas a convertirse en mujeres de consuelo y también de aquellas mujeres que no tienen vagina, pero que son parte de ese “nosotras” por mucho que le pese a quien le pese.

A estas alturas de la “reseña”, creo que ya te haces una idea de lo mucho que me ha gustado leer este libro. Creo que es una lectura necesaria para hacer hoy en día, aunque ya no nos asuste tanto decir vagina. Además, incluye unos textos en la parte final, escrito por mujeres involucradas en el movimiento y que explican lo que ha supuesto todo esto para ellas y todas las iniciativas que han surgido alrededor de aquellos monólogos que hace ya tanto tiempo la autora escribió y representó ante un público.

En resumen…
– Lo mejor -> Te hace reflexionar.
– Lo peor -> Es demasiado corto. Supongo que estaría bien ampliarlo con algunas de las obras que se han escrito y representado a raíz de esta y que tocan a diferentes colectivos.
– ¿Lo recomiendo? -> Totalmente. Ya deberías estar leyendo.

ó

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