Revista Psicología

Monopolio Natural

Por Gonzalo

¿Por qué la privatización del agua ha de tener consecuencias forzosamente negativas? La economía clásica explica con claridad por qué cabe esperar malos resultados, sobre todo cuando el proveedor de servicios privados disfruta de un monopolio, como pasa casi siempre con el agua. Si, hasta hace poco, en general el agua ha sido un monopolio público incluso en países capitalistas, con economía de libre mercado, es por una buena razón. El tratamiento y la distribución del agua no sacan provecho de la competencia, como ocurre con el sector manufacturero o los servicios corrientes, por lo que no se ajustan al principio capitalista de que la competencia es saludable porque genera innovación, más eficiencia y precios más bajos.

Monopolio Natural

El servicio del agua

En el caso del agua, es lógico que haya una única autoridad que supervise el conjunto de la red y esté al cargo de sus diversos componentes, pues en las situaciones que los economistas llaman “monopolios naturales”, una autoridad única es el mejor modo de alcanzar la máxima eficacia, la mejor calidad del servicio, el precio más justo, etcétera.

Un “monopolio natural” significa que una empresa puede tener un rendimiento determinado, deseado, a un coste inferior al de dos o más empresas, pues al ser única puede crear más  “economía de escala”.  Es por eso por lo que la mayoría de las economías de mercado han optado por redes de agua gestionadas por autoridades públicas -al menos esto fue lo que ocurrió hasta que el neoliberalismo se convirtió en una religión económica. La opción de la gestión pública no tenía nada que ver con el“socialismo” ni con una preferencia por lo público con respecto a lo privado: tan sólo mostraba interés por la eficiencia y la mejor relación coste/beneficio.

Monopolio Natural

El servicio de agua potable es un monopolio natural

De todos modos, cuando una empresa privada, con ánimo de lucro, se apodera de un “monopolio natural”, se comporta exactamente como cabía esperar. Busca beneficios, cuantos más mejor, y reduce costes, primero con despidos masivos pero luego también desatendiendo a menudo el mantenimiento y la infraestructura. Los barrios más pobres reciben peores servicios, o ninguno en absoluto. Y hay que dedicar más dinero a salarios altos y beneficios para los ejecutivos, a menudo extranjeros en el caso de la gestión de las TNC.

Bajo administración privada, el agua nunca es gratuita ni está subvencionada. Según parece, el  Banco Mundial y elFMI, ambos hasta los topes de economistas, no son conscientes de estos hechos relativos a los monopolios naturales -que debería conocer un alumno de primero de Económicas.

Monopolio Natural

Nada de esto equivale a decir que el abastecimiento público de agua sea perfecto y que nunca haya tenido problemas en ninguna parte;  por supuesto que no es perfecto y que ha tenido problemas. Unas veces, las adminsitraciones públicas son ineficientes y corruptas y no rinden cuentas. Otras, las infraestructuras son deficientes o no tienen un buen mantenimiento.

Si una entidad pública necesita realmente ayuda para mejorar la distribución y el tratamiento del agua, en vez de buscar en el sector privado ha de intentar crear una asociación pública-pública, algo que se ha hecho satisfactoriamente, por ejemplo, enSudáfrica y Malasia. Y cuando el sector público falla, las luchas populares deben tener como objetivo resolver los problemas, no destruir un servicio público y favorecer su privatización.

fuente: Sus crisis, NUESTRAS SOLUCIONES   (Susan George)


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