Montañas de arroz y pueblos ancestrales

Las famosas terrazas de arroz de Banaue, a 360 km de Manila, constituyen uno de los grandes atractivos del país y son consideradas por los propios filipinos, como “la octava maravilla del mundo”.
Los espectaculares cultivos en terrazas del pueblo IFUGAO han sido excavados en las laderas de las montañas. Un largo muro sostiene cada terraza, que vistas desde lejos parecen subir al cielo como una verde escalera aterciopelada.

Cuando los IFUGAO han de plantar los primeros tallos proceden antes a cortar la corriente de agua en las terrazas. Posteriormente las parcelas se vuelven a inundar hasta que el nivel alcanza los 30 cm. sobre el fondo. Este sistema de cultivo en terrazas inundadas tiene una antigüedad de varios siglos. Paralelamente a esta avanzada técnica agrícola, los IFUGAO han desarrollado un complejo sistema legislativo y hereditario. Para poder mantener sus derechos sobre una determinada terraza, un agricultor ha de reconstruir a  veces su línea de descendencia a partir del propietario original, que puede haber vivido diez o doce generaciones antes.

Los IFUGAO viven en pequeños poblados cerca de sus terrazas irrigadas y regulan sus relaciones sociales en base al parentesco. En caso de litigio por cuestiones de propiedad, serán los miembros más influyentes de la comunidad (normalmente los más ricos dueños de ganado, perlas y porcelanas chinas) los que negociarán un acuerdo. Viven de la recolección y la caza y van vestidos con paños hechos con fibras vegetales; sus casas las construyen sobre pilotes y la entrada a los graneros donde guardan el arroz está custodiada por pequeñas figuras de madera llamadas bululs.