Montar bicicleta es una de esas cosas que siempre me ha gustado y que me da una sensación de libertad. ¡Lo disfruto un montón! Me encanta sentir la brisa en mi cabello - sé que suena a cliché - y me permite llegar a lugares de corta o media distancia más rápido que a pie e incluso muchas veces más rápido que en autobus, además de que es un buen y agradable ejercicio.
Cuando vine a vivir a Barcelona, tenía más de 10 años sin montar bicicleta - y eso de que nunca se olvida es verdad - y al ver la cantidad de ciclovías o carriles para bicicleta que había me animé a comprar una bici usada. Amo mi bici porque es muy cómoda y tiene una cesta grande para poner mis cosas, lo cual la hace aún más práctica :-)
Pocos años después, me quedé embarazada de Sam y mi bici pasó casi dos años guardada en casa de mi mamá. Me daba miedo montar durante el embarazo y luego de que nació Sam siempre estábamos juntos así que ni pensaba en la bici como opción, hasta que un día me encontré con una vecina de mamá - la misma que me prestó Un Regalo para Toda la Vida cuando estaba en plena crisis de lactancia - ¡qué sería de mí si no hubiera leído ese libro y luego devorado Bésame Mucho, Mi Niño No me Come...
En fin, que le tengo un agradecimiento inmenso a esta amiga, porque además ese día me comentó que acababa de comprar el segundo sillín de bicicleta para su hijo - que es un año mayor que Sam - por lo que quería regalar su primer asiento. Acepté encantada y me fui a buscar mi bicicleta y me ayudaron a instalarlo.
Todo esto para contarles cuánto cambió mi vida desde que podemos ir en bici juntos. Antes salía con el cochecito, la pañalera, el fular, y un montón de cosas más. Parecía un camello, o un burrito de carga - no por llevar a Sam en el fular: ese es su lugar y me encanta llevarlo encima - sino por la cantidad de otras cosas que llevaba siempre con nosotros. Salir se había convertido en todo un procedimiento, en algo pesadísimo y me lo pensaba mil veces antes de vestirnos, preparar todo y lograr atravesar la puerta.
Cuando por fin lo lográbamos, todo era bastante lento: caminar varias calles de más para llegar hasta una entrada de metro que tuviera ascensor, coger el bus en lugar del metro para no tener que bajar escaleras en una transferencia, etc. Si los portabebés me liberaron a la hora de salir de casa, la bicicleta con el asiento de niño lo ha hecho en medida similar. Sam va encantado, con su mini-manillar diciendo que quien "conduce" es él y yo voy contenta, casi siempre montando sobre la acera, con mi bolso en la cesta - con 2 pañales y un paquete de toallitas en la cartera, no toda una pañalera - y llegando mucho más rápido a cualquier parte que si fuéramos andando.
Así que recomiendo a todas las mamis que amen o extrañan montar bici que se animen a comprar un asiento, les cambiará la vida, ya lo verán...
Hay varios tipos de asientos de niños para bicicletas de adultos:
El más común que he visto aquí en España es uno plástico que se coloca detrás del asiento del ciclista: Particularmente, este tipo de asiento no me convence, por varias razones:
- El niño va detrás de nosotros, por lo que no nos enteramos si le sucede algo, no podemos verlo ni interactuar muy bien con él.
- Al ir detrás, el niño ve más que nada nuestra espalda, no tiene muy buena vista y a mi parecer no disfruta en igual medida del paseo.
Otro tipo de asiento de bicicleta para niños es el que se ubica delante:
Este modelo no es exactamente el que tenemos nosotros, pero se parece bastante. La verdad es que me gusta más la idea de montar bici con el niño en un asiento delante del ciclista por varias razones:
- Podemos interactuar mucho mejor con el niño, si se duerme nos damos cuenta, si algo le incomoda también.
- Tiene la misma vista que nosotros y podemos ir conversando acerca de lo que vamos viendo en camino.
Asiento de Sam en mi bici
Hay varias diferencias entre el modelo de la foto anterior y el nuestro:- Éste está confeccionado en plástico y el nuestro en hierro (salvo el asiento en sí), pero tiene una barra metálica que va alrededor del niño para retenerlo por si se va de lado en una curva - muy recomendable, que el de la foto no tiene.
- Luego el nuestro tiene también un manillar para que el niño se divierta jugando a "conducir" él mismo la bici.
- El modelo de la foto tiene en su lugar una especie de table acolchada que me pareció bastante curiosa, y luego leí para qué sirve. Nos ha pasado en ocasiones, tras un largo paseo y un gran cansancio, que Sam se duerma pocos minutos antes de llegar a casa. En esos casos, lo que hago es bajar y empujar la bici mientras camino abrazándolo para sostener su cabeza evitando que rebote. Pues esta tabla es justamente para eso, para que el niño al dormirse, pueda recostarse de una superficie blanda - ¡muy inteligente!
- Lo otro, a mi parecer indispensable y que tienen ambos sillines es un cinturón de seguridad, ahora mi hijo se lo pone solito sin siquiera tener que pedírselo o ponérselo yo...
Otro modelo de sillín infantil para bicicleta que nos ha gustado, pero ya para niños mayorcitos (y es el nuevo que tiene la vecina de mamá :) se parece mucho a éste:
Los aritos negros que ven enganchados del tubo diagonal inferior, son en teoría para que el niño meta sus pies dentro. Lleva igualmente cinturón aunque su espaldar es de aspecto menos sólido que el anterior.
Otra opción para llevar a los niños en bicicleta, que nunca he visto en persona, pero que es más utilizada en los países bajos, por ejemplo, es una suerte de ¿carroza? en la que pueden ir sentados uno o dos niños, abrigados con un techo - que se ata y se arrastra detrás de la bici del adulto:
Una versión más pequeña, que sirve también para llevar los niños atrás, es un artilugio que se añade a la bici del adulto, con una tercera rueda y manillar (como si fuera media bicicleta infantil):
Para aquellos niños que ya montan su propia bicicleta pero se cansan con facilidad (lo cual es normal) y/o que aún son muy pequeños para montar solitos, he visto el siguiente artefacto que sirve para unir ambas bicicletas, de modo que quien hace el esfuerzo por movilizarlas es el adulto, mientras que el niño va arrastrado, pero sentado en su propia bici disfrutando del paseo:
Para pequeñines, me parece muy conveniente añadir este respaldo para bicicleta que se puede comprar por separado para que el niño pueda apoyarse y lo más importante: lleva cinturón de seguridad, por si se duerme o tambalea en una curva, etc.
¿Y ustedes? ¿Montan bici con sus peques? ¿Sabían que existían tantos sistemas para hacerlo? He visto incluso mamás y papás que llevan dos asientos en sus bicicletas: uno delante y otro detrás =)
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