Llevo tiempo sin escribir en el Blog, mucho tiempo. Tiré la toalla, dejé de luchar por este país porque no veía que nadie se interesase por nada. En cierto modo no importa mucho, pues mi blog a penas lo leen un par de personas y mi "activismo" fué bastante reducido, de corto impacto. Sin embargo, hoy escribo en relación con algo ligeramente diferente.
Fedellando esta mañana por Menéame me encuentro con unas declaraciones de Díaz Ferrán bastante lamentables. Éste señor, a parte de no tener vergüenza y ser un pésimo empresario como debe haber pocos (e imagino que malos asesores) no se ha enterado de la copla.
A ver, hijo mío, la sociedad ya no es como a mediados del siglo XIX, la gente ni viene del campo, ni va a trabajar 14 horas en una fábrica por un bocata y un vaso de leche. A ver si nos enteramos.
Hoy en día hay tres opciones. Más bien dos opciones y media, pero digamos que son tres. A saber:
1) Ser un país de mano de obra barata: Dentro de lo que cabe ya somos un país de mano de obra barata, al menos comparado con muchos países que tenemos al norte. Lo que ocurre es que al sur, al este y al oeste hay países con mano de obra mucho mas barata que la nuestra. ¿Cómo competir con ellos? Pues poniéndonos a su nivel.
Esta clase de soluciones son geniales para los que quieren montar cadenas de producción aquí y vender en el extranjero, pero para nosotros no sería nada bueno.
Además eso tiene algunos problemillas, como son el euro, el coste de vida y bla bla bla, que si bien los economistas insisten en que la oferta y la demanda está genial porque los precios se fijan bla bla bla, la realidad se empeña siempre en llevarles la contraria.
Qué mala es la realidad. ¡Me cachis!
2) Ser un país de mano de obra cualificada y exportar tecnología y/o cacharros/servicios de alto valor añadido. El modelo de muchos países desarollados, vamos. El modelo que se supone que ya deberíamos haber adquirido nosotros, pues ya no somos un país emergente, precisamente.
¿Qué pasa? Pues que para eso hay que crear e impulsar las empresas que vayan en esta dirección, hay que mejorar el sistema educativo, educar a la población no inmersa en él, empezar de una puñetera vez con el I+D privado, y un montón de cosas más que sólo hacemos de forma testimonial.
3) Convertirse en un país emergente. Algo realmente guay, pero para eso primero tenemos que irnos al carajo del todo.
Como supongo que muchos habréis acertado, la opción 2 es la lógica. Está claro que está complicado, y que si nosotros no nos ponemos las pilas, la clase empresarial ni los políticos van a hacer nada para que ésto suceda. Los cambios tendrán que venir de abajo, e ir afectando a las esferas superiores.
Una forma de conseguir ésto son las tan afamadas, que no maravillosas, cooperativas. Sí amigos, las cooperativas. Las cooperativas no son la solución a todos nuestros males, pero con ellas existe una seguridad: No tienes un chorizo encima que cierre la empresa o te mangonee por sus desmanes personales. Si tu empresa se va al carajo es porque realmente os va mal, no hay trabajo, habéis cometido errores, etc.
Leí hace unos días en Menéame un comentario de un tío que conocía a varios informáticos que habían montado cooperativas al marcharse de las carniceras donde estaban trabajando. Ganaban más, trabajaban mejor, y cobraban menos a sus clientes. ¿No os parece una solución fantástica para este sector? A mí me lo pareció, nunca había pensando en esa solución para los puteados con un ordenador.
Para los que tengáis dudas de si eso funciona o no, os diré que en Galicia y en el País Vasco (desconozco otras zonas) hay un montón de cooperativas, y a la gran mayoría les va bastante bien. En general son cooperativas agrícolas y de distribución (quién no conoce Eroski), pero también las hay de crédito (Caja Laboral, por ejemplo), de investigación y de muchos otros sectores punteros.
Además de eso se suelen asociar para apoyarse y financiarse unas a otras. El ejemplo más conocido es la Corporación Cooperativa Mondragón, que tiene cosas realmente interesantes (os recomiendo hablar con ellos y buscar algunas conferencias en Youtube). ¡Ah!, tienen también una especie de vivero de empresas, no recuerdo cómo lo llaman.
En resumen, que os animéis con las cooperativas, que no son sólo cosa de comunistas rojos como decía mi abuelo. Es un modelo viable y que funciona bien.
¡Ánimo!