Por Montenoso (@montenoso)
En Galicia existen tierras comunitarias, su tipología es
amplia y variada y se han ido autogestionando de manera exitosa durante cientos
de años. De hecho, esto mismo ocurre en otros muchos territorios como Portugal o
Escocia, y quizás también donde tú vives, ya que sólo en el estado español
existen más de 300 variedades de tipos de tierras comunitarias: que si montes
de socios, que si concejos, que si dehesas boyales, etc.
Centrémonos en los aproximadamente 2800 montes vecinales en
mano común gallegos y sus comunidades. Estos territorios suponen una extensión
del 30% de la superficie total de Galicia y son gestionados por más de 150.000
comunerxs. Se trata de una magnitud de terreno considerable, de un gran número de
personas implicadas en su gestión y de un tipo de propiedad de carácter
germánico escasa en nuestro contexto ante la preeminencia del derecho de tipo
romano.
Aunque pueda parecerte una realidad asombrosa, estos datos
que te mostramos son inversamente proporcionales a su comunicación, a su
respeto institucional y a su promoción como lo que son: un elemento clave de
nuestra cultura. De hecho, esta tipología de gestión y propiedad de la tierra ha
ido sufriendo una desarticulación evidente, y la sigue sufriendo en la
actualidad, como ocurre con otros procesos similares de desmantelamiento de
nuestros comunes, ya sean plazas, semillas o software..., en aras de esa
sempiterna idea de progreso.
A pesar de las presiones de la administración pública galega
y de empresas agroalimentarias o energéticas, cuyos intereses chocan
frontalmente con el de las comunidades, éstas siguen en pie. Incluso ante los
intentos de desmantelamiento por parte del franquismo, estos montes vecinales
aprovechados colectivamente por la comunidad en la que se situaban continuaron
existiendo hasta nuestros días, como bien señala la historiadora Ana Cabana en «La Derrota de lo Épico». Ella nos recuerda cómo se daban esas microrexistencias
frente al poder en territorios rurales en aquella Longa noite de pedra acuñada
por Celso Emilio Ferreiro.
Esta forma de hacer procomún, está vivo y forma parte de lo
cotidiano para muchas personas, lxs gestorxs de estas tierras. Nos encontramos
por tanto con personas capaces de gestionar un bien de forma sostenible, de
generar una serie de normas, es decir, una gobernanza, capaces de poder garantizar, de
alguna manera, la biodiversidad de estos territorios y de poder transmitir estos
saberes de generación en generación.
En este momento, quizá nos digas que discrepas, que no son
todo lo eficientes que deberían, que muchas de estas comunidades destacan por
unas redes clientelares, por prácticas caciquiles y patriarcales y que en
muchos casos se da un desprecio a la biodiversidad. La respuesta es sí,
también, en parte tienes razón. Pero quizá cabría preguntarnos: ¿estas prácticas
puntuales deslegitiman de alguna manera que una comunidad sea capaz de
autorresponsablizarse en la gestión y mantenimiento de un bien?
El procomún no es una panacea, el conflicto está presente,
las relaciones asimétricas de poder existen. Pero de alguna manera, para muchas
de nosotrxs, a través de ellos, se abre una pequeña esperanza. Y ésta radica en
ver que si, que somos capaces de trabajar nuestros comunes, y en que no es
necesario ni una dependencia de la industria ni un tutelaje por parte de la
administración. En este sentido nos gusta mucho decir que los comunes son
hacedores de posibilidades, pero también de futuros.
Desde Montenoso consideramos que de lo que se trata es de ir
pensándolos, definiéndolos, creándolos, de ir construyéndolos de manera
colectiva, de ponerlos en práctica en la cotidianeidad. Ahora bien, las
dificultades están ahí y es muy probable que a muchxs no les guste que la
ciudadanía vaya recuperando esos espacios de socialización que nos están
privatizando.
En todxs nosotrxs está la capacidad de poder enfrentarnos a
estos procesos de enclousure de los comunes, de defender el monte vecinal en
Cabral (Vigo) en contra de la instalación de una mega centro comercial y de
ocio en este monte; de apoyar de alguna manera el trabajo que está impulsando
desde el monte vecinal de Moruriscados (Ponteareas) quienes, poco a poco, están
intentando valorizar de nuevo su monte vecinal, de hacerlo suyo, de seu, como
diríamos en galego; o de visibilizar la decisión de la comunidad de Valladares
(Vigo) por apostar por una candidatura de mujeres para su Xunta Reitora;
Montenoso se acerca a los MVMC desde la investigación sobre
los comunes rurales, las arquitecturas colectivas, la agitación rural, la
comunicación digital... En realidad, hemos entrado como outsiders en la realidad
de los montes vecinales en mano común y, de hecho, sólo una de las personas que
forma parte del colectivo será comuneira en breve.
Seguramente hacemos poco, y de manera lenta. La precariedad
en la que vivimos no permite avanzar tan rápido como quisiésemos. La mirada ha
de ser hiperlocal y las acciones comunidad a comunidad. Somos un grupo reducido
de personas que trabajando a diario y otras muchas personas que nos van acompañando
en diferentes iniciativas que ponemos en marcha. Entre los proyectos que
desarrollamos destaca: un grupo de investigación, el Lar de investigación
comunal, que ha impulsado una wiki en torno al monte vecinales y los comunes y
artículos de opinión; una plataforma online y webdoc que permite la
comunicación entre las diversas comunidades y comuneirxs; visitas a MVMC, a las
que llamamos «cos pés na terra», para conocer a los comuneirxs, y su
territorio. Hemos elaborado un cuestionario para juntas rectoras de MVMC,
comuneirxs y familiares; «O xogo do mancomún», una propuesta educativa para dar a
conocer que es el mancomún y cómo funciona y se gestiona; así como una
instalación artística «Xeografías do mancomún» que formó parte de la exposición
«Os Veranenates» en el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo...
Te preguntarás ¿Y esto tiene incidencia en estas
comunidades? Pues, seguramente menos de lo que nos gustaría. Es un esfuerzo
titánico ya que la realidad es muy amplia, con problemáticas muy dispares y nos
vamos acercando muy poco a poco. Hay con comunidades de montes con las que
vamos trabajando y con otras con las que todavía no hemos establecido contacto;
irán llegando más comunidades.
La generación de confianzas es un proceso lento y arduo. Si
hay algo que si tenemos claro es que no podemos ser unos ovnis que llegan y
desaparecen, que hay que trabajar con estas comunidades, siempre teniendo en
cuenta su diversidad y siempre usando un lenguaje con el que se identifiquen.
Creemos que no habrá procomún sino se trabaja desde la concepción de la
diversidad.
Nos gustaría, si has quedado atrapadx por el mancomún, que
buceases por la web montenoso.net o nos contactases por twitter @montenoso o
por otros lares.
Seguimos.
Montenoso acaba de ser galardonado con una Mención de Honor en la categoria Comunidades Digitales en los Prix Ars Electronica 2014
Créditos de las imágenes:
Imágen 01: Relatos situados. La historia de los montes y las comunidades que los gestionan (fuente: http://montenoso.net/)
Imágen 02: Grupo de trabajo sobre los Montes de Vigo (fuente: http://montenoso.net/)
Imágen 03: Cartografía colaborativa donde ubicar los montes en mancomún (fuente: http://montenoso.net/)
Imágen 04: Una alegre fiesta en un claro del bosque (fuente: http://montenoso.net/)
Revista Arquitectura
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