Hoy en Montessori Stories tengo como invitada a Marina Barroso, a la que tal vez recordéis porque ya la entrevisté para esta sección hace poco más de un año, en aquella ocasión nos contaba su experiencia como mamá aplicando Montessori en casa con su hijo, y hoy nos va a hablar de su nuevo proyecto, Biloba Montessori, un espacio con Comunidad Infantil y Casa de Niños ubicado en Las Rozas (Madrid).
¿Cómo conociste Montessori? A pesar de llevar años trabajando en educación, no conocía más allá de ciertos materiales que había creado María Montessori para su método, y que se trabajaba de manera sensorial. Es lo que te cuentan, poco más. Sin embargo, cuando me encontraba en el aula con la realidad de 20 niños de 2-3 años, algo me chirriaba. Los peques muestran su independencia de muchas maneras, y choca con el ambiente preparado por un adulto que no está teniendo en cuenta sus necesidades reales. Las actividades tan programadas, todos a la vez, junto con limitaciones de movimiento, y de material siempre ofrecido por el profesor en los momentos "que toca"... Cuando nació mi hijo empecé a investigar más a fondo. Hice algunos cursillos de introducción al método, cursos para llevar Montessori al hogar y al aula, que me abrieron el horizonte ¡ya lo entendía todo! El problema no eran los niños, eran los adultos y el enfoque que le dábamos al aula (así como la ratio). Vi la satisfacción de los niños en pequeños detalles como servirse su vaso de agua, y de forma paralela la evolución en la progresiva independencia de mi hijo según iba creciendo. ¡Era un regalo! Fue entonces cuando me decidí a certificarme como guía Montessori, y empezar a poner mi granito de arena. ¿Cómo surgió la idea de crear Biloba Montessori? Biloba nació a partir de ahí. No podía quedarse a medio hacer, había que intentarlo por nuestro hijo y por dar la oportunidad a otros niños de crecer sin prisas. Queríamos crear un espacio que les recordase realmente al hogar, donde cada niño pudiese desarrollar y dejar nacer su personalidad sin juicios. Hemos tratado de ofrecer un ambiente armónico, con materiales naturales, adaptando cada detalle a las necesidades de los peques. Los niños lo sienten como un espacio suyo, se sienten independientes desde que llegan, saben que las acompañantes estamos ahí para cuando nos necesitan. Han creado una mini comunidad, se organizan cada día, encuentran como satisfacer sus necesidades e intereses a través del ambiente, los materiales y sus relaciones entre ellos. No miramos continuamente el reloj, los niños adquieren hábitos que les ayudan a realizar de manera normalizada las actividades que desean: Si un niño tiene hambre sabe cuál es el lugar para comer, que utensilios necesita, y que luego debe recogerlo. Pero no necesita esperar a que el adulto le diga que es la hora de la fruta y que en ese preciso instante tiene que comerla. ¿De qué manera ayudáis a las familias a conocer mejor la pedagogía Montessori?Tenemos un grupo de acercamiento a la filosofía por las tardes, en el que los niños acuden acompañados por un familiar. En este grupo, los niños se desenvuelven en el ambiente, y se asesora a las familias para poder integrar Montessori en su día a día. Las familias tiene
un espacio de conexión con su hijo, pero a la vez se dan cuenta de lo necesario que es observarlos desde un plano secundario. En las reuniones grupales e individuales de los programas matinales tratamos de hacerles llegar la esencia de la filosofía que seguimos. La importancia de crear un ambiente adaptado a sus necesidades, de integrarles en el día a día, de observarles, de alentarles, de ayudarles a gestionar los conflictos desde una perspectiva en la que se sientan acompañados pero independientes, de respetarles, de mirarles desde otra perspectiva a la tradicional.
Sobre Marina Barroso: Después de trabajar durante más de 10 años en escuelas tradicionales, comencé mi andadura con el método Montessori criando a mi pequeño bajo los principios de su filosofía. Me decidí a escribir un blog para hacer llegar nuestros descubrimientos a más familias y Cristina me dio la oportunidad de contar un poquito sobre él en esta sección. Quería ir más allá y al formarme como guía Montessori decidí crear mi propio proyecto, para dar la oportunidad a mi hijo y a otros niños de crecer a su ritmo, de desarrollarse libres, de aprender según sus intereses. Hoy Biloba es una pequeña gran comunidad donde los niños se sienten respetados, donde son ellos los creadores de sus aprendizajes, donde construyen las bases de su personalidad libres de prejuicios y seguros de sí mismos.
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