La moralidad de las personas, y sus consecuencias, hacen la diferencia: Al observar la convivencia, la manera de ser y de pensar con la que se conducen las personas que habitan en los países desarrollados, me doy cuenta que a sus habitantes, desde pequeños, se les inculca el beneficio que otorga el simple cumplimiento de las siguientes costumbres:
* La moral como principio básico.
* El orden y la limpieza.
* La integridad u honradez.
* La puntualidad.
* La responsabilidad.
* El deseo de superación.
* El respeto a las leyes y reglamentos.
* El respeto por el derecho de los demás.
* La ética en el trabajo.
* El esfuerzo personal.
¿Por qué se necesitan de leyes, que ni siquiera se conocen? ¿Por qué los encargados de impartir justicia, siempre están sobre los habitantes, para sacarles dinero por sus faltas? ¿No sería suficiente acostumbrarnos a cumplir estas diez simples normas?
En los países pobres sólo una pequeñísima parte de la población sigue estas reglas en su vida diaria.
Los países subdesarrollados, no son pobres porque le falten riquezas naturales a su país, o porque la naturaleza haya sido cruel con ellos, son pobres por su actitud, por ser pueblos ignorantes y sin educación, por desconocer que existen premisas básicas para el buen funcionamiento de una sociedad. Por ser como son, Están en decadencia. ¿Cuánto más podrán aguantar?