El estrés, comúnmente relacionado con el trabajo, la familia, la salud y otras cuestiones, se ha convertido en una gran carga para la sociedad moderna. Los trastornos de ansiedad van de la mano con este fenómeno. Los síntomas comunes de todos los trastornos de ansiedad incluyen sofocos, un aumento del ritmo cardiaco, formas indefinidas de dolor en el pecho, preocupaciones, y a veces la fobia y el comportamiento obsesivo-compulsivo. Además de estos síntomas habituales, hay ejemplos de cambios habituales, que a menudo implican acciones involuntarias e interpretadas inconscientemente como moderse el labio y la mejilla, el sonambulismo, y comer en exceso.
Definición
El término profesional para morder la mejilla es Buccarum Morsicatio (del latín morsus a morder). Representa un patrón de comportamiento relativamente raro, suele hacer referencia a los dermatólogos, cirujanos orales y dentistas cuando una persona muerde compulsivamente su propia mejilla. Variaciones comunes son morderse los labios (Morsicatio labiorum) y la mordedura de la lengua (Morsicatio linguarum). Estas acciones se realizan agarrando el tejido de la mejilla, los labios o la lengua entre los dientes y liberarlos. Estos comportamientos son hábitos y ofrecen alivio de tensión para los pacientes.
Se ha informado de que estos patrones de comportamiento son los más frecuentes en las personas de edades comprendidas entre 35 y 44 años (10%), mientras que la frecuencia en personas más jóvenes es algo menor. Estas altas incidencias muestran que estos trastornos son relativamente comunes, pero en casos graves y poco comunes, pueden poner en peligro la salud. A pesar de que esta condición está obviamente relacionada con el estrés y la ansiedad, no muchos estudios se han ocupado de ella. Morder la mejilla puede ser acompañado por algunos otros comportamientos repetitivos, como tirar del pelo (tricotilomanía), hurgarse la nariz, rascarse, y morderse las uñas.
Consecuencias
Las consecuencias más comunes incluyen ulceraciones de la mucosa de la mejilla, hinchazón y sangrado. A pesar de que la mucosa de la mejilla es uno de los tejidos más rápidos de regeneración en el cuerpo, a veces puede resultar dañado sin posibilidad de reparación. Las ulceraciones frecuentes suelen conducir a la cicatrización. El tejido dañado es más susceptible a las infecciones locales, así para sistémicas causadas por un montón de bacterias que están presentes en la boca.
Si experimenta episodios de morder compulsivamente el labio y la mejilla, morderse las uñas, hurgarse la nariz, la recolección de la piel, y otros comportamientos, explorar cuál es la causa de su ansiedad podría ser en detalle.
Esto también puede ser el primer signo de desarrollo de trastorno de ansiedad, por lo que debería visitar a su psiquiatra y discutir este tema. Actualmente, los científicos que se ocupan de este problema están haciendo esfuerzos para definir este trastorno y proponer criterios de diagnóstico. Sin embargo los estudios más sistemáticos son necesarios para investigar todas las características y factores que se acompañan en este grupo de trastornos.