Hasta el próximo 5 de julio, el diseñador Curro Claret es el protagonista de la exposición More than this, en La Sala Vinçon de Barcelona. En ella se presenta una colección de sillas hechas a partir de dos sencillas piezas, realizadas con personas de orígenes, condiciones y contextos muy diferentes.
Así, hay sillas como las realizadas con Arrels Fundació, con maderas desechadas y trozos de muebles encontrados en la calle; por Careli, una mujer que trabaja en el servicio de limpieza doméstica que ha quemado con una plancha maderas; por vendedores ambulantes de copias de bolsos de marca; por recolectores callejeros de metal; por Claudia, una trabajadora sexual; por un mecánico del taller de coches Careta; con un skate abandonado justo al rompérsele a su propietario; por un bombero con madera de un bosque quemado; o por la asociación Joana Barcala con una pieza de lana tejida con la técnica urban knitting.
En 2010 Claret empezó a colaborar con Arrels Fundación (entidad que trabaja ayudando a gente que vive o ha vivido en la calle) diseñando taburetes con la ayuda de una pequeña pieza metálica y materiales reutilizados. Con el tiempo con esa misma pieza surgieron también bancos, mesas, lámparas, colgadores… y una zapatería para Camper.
Más sobre la pieza, denominada T300, en diarioDESIGN.
En More than this, el diseñador presenta otra pieza que complementa a la primera, para permitir colocarle un respaldo.
En la exposición se presenta una colección de sillas hechas con estas dos piezas, con la ayuda de los diseñadores Joana Capella y Pau Saiz: algunas realizadas con gente de Arrels Fundació y otras con personas de ámbitos muy diferentes. Ninguno de sus autores proviene propiamente del ámbito “del diseño”. Están hechas con técnicas y materiales muy distintos, utilizando en cada caso los recursos y habilidades de cada uno. El reto no estaba realmente en intentar hacerlas al modo como las podría hacer un ebanista o artesano, sino en hacerlas explorando esas otras “técnicas” con las que se mueve cada participante en sus ocupaciones diarias.
El papel de cada una de estas personas en la configuración de las sillas ha variado mucho, habiendo distintos grados de participación. “Si esta ha sido mayor o menor no es lo más importante, lo relevante sin duda ha sido la participación en sí, desde la singularidad de cada uno”, explica Claret.