Mortadelo es ETA
El dibujante Francisco Ibáñez, con el protagonista del nuevo tebeo de Mortadelo y Filemón
Los censores siempre me parecieron una de las figuras más lamentables de la humanidad y fíjense que no tanto por la labor de recorte en las expresiones que llevan a cabo como porque me los imagino como unos hombrecillos insignificantes y que cargan su encorvada osamenta con dos de las cosas que más aborrezco en las personas: el exceso de literalidad y la falta de sentido del humor. Que igual no, y los censores cuando soltaban el bolígrafo de tachar eran la alegría de su casa, pero permítanme que lo dude.
Esta mañana me tomé el café con la noticia de que los editores de los informativos de la primera de TVE se negaron a informar de la salida del nuevo tebeo de Mortadelo y Filemón porque se ironiza sobre Bárcenas y el Partido Popular. Lo cierto es que Ibañez no se anda por las ramas: el número 200 de Mortadelo se titula “El Tesorero” y su protagonista es un tal Luis Bárcenas que trabaja en el “Partido Papilar”. Muy sutil todo, como ven, pero las cosas como son: el número 200 de este cómic merecía su noticia en los telediarios de una tele que es, en teoría, de todos, sobre todo cuando la noticia ha sido cubierta.
Yo entiendo que, cuando apareces como beneficiario de cerca de un millón de pesetas en los papeles del tesorero auténtico, preferirás que en los informativos de la cadena que presides se hable del estilismo de Madonna en su próxima gira o de la subasta del manuscrito original de la canción American Pie. Imagino a los hombrecillos de la censura tachando y gritando, y al presidente en su despacho orgulloso de lo bien entrenados que están y de lo poco que sonríen y agradeciendo que Ibañez no hubiera sido un poco menos literal en su obra, porque seguro que se les habría escapado. Son diligentes, los muchachos, pero tienen nula capacidad para las metáforas y lo literario.
Lo que no entiendo, en serio, es por qué se gasta este gobierno 84 000 euros en colar una entrevista de Luisa Fernanda Rudi en el periódico Expansión, teniendo una tele que es suya. Son ganas de gastar el dinero.