Típica película mítica de los 90, que es realmente un espanto, y quizás me quede corto, pero que todo el mundo la ha visto y se lo ha pasado en grande riéndose de ella con los amigos. Música machacona, personajes nada carismáticos, peleas que te dejan frío, y no lo digo por Sub-Zero (chiste malo), y por supuesto, Christopher Lambert y su peluca blanca, actor que si está en el elenco de un film, debes de huir. Por acabar, sigo esperando que Paul W.S. Anderson se retire de una puñetera vez.
Mi Puntuación: 4.5