¿Recuerdan uno de los primeros posts de Pingüicas, en el que les contaba que Pablo era completamente anti-manualidades? Yo estaba feliz de que podía pasar horas jugando con las Cintas sin fin… ¡pues he encontrado otra cosa que lo tiene sentadito (aunque nunca calladito) por un buen rato, mientras explora su lado creativo! Por si fuera poco, éste fue un regalo de Navidad para Pía, así que ella siempre quiere participar cuando Pablo pide jugar con él, lo cual no sólo me entretiene a 2 de 3 niños, sino que además, me encanta verlos jugar juntos.
Por lo tanto, decidí dedicar esta reseña a My First Sticky Mosaics.
Viene en una caja que contiene 5 dibujos, marcados con figuras de colores. Los “mosaicos” son planas de foamy que ya vienen pre-cortadas. Lo único que los niños tienen que hacer es despegar y pegar en el lugar correcto. Sin tijeras, sin resistol, sin complicaciones. Obviamente, Pía, con su complejo de maestra, nos anuncia cada mosaico que pega: “Este es un círculo morado. Este es un cuadrado amarillo. Este es un triángulo rojo…”. Así ―al menos en figuras y colores― sé que mi hija sacará carita feliz en la escuela.
Por último, también incluye unos colgadores de plástico autoadheribles para que ellos puedan decorar su cuarto con su propia obra de arte.
Nosotros tenemos el de Pretty Things, pero acabo de descubrir que también existe My First Sticky Mosaics con temas para niños:
¡Otra idea más para un excelente regalo!