Desde aquí nos gustaría revertir ese interés por este tipo de solado tradicional en favorecer e impulsar la conservación de los mismos. Viejos suelos que, afeados por los productos de limpieza modernos, han perdido su cara bonita de juventud. Centenarios pavimentos que acaban su vida útil en el vertedero o en el mejor de los casos bajo el papo de un suelo más al gusto actual. Afortunadamente parece que estos viejos carrozas vuelven a estar algo de moda, y es que el transcurrir del tiempo siempre acuna el vaivén de un péndulo. Esta circunstancia hace que algunas viviendas de nuestro casco histórico luzcan de nuevo orgullosas los viejos suelos de las casas de nuestros abuelos.
Iniciamos con esta entrada una nueva vía de trabajo: inventariar fotográficamente todo aquel solado hidráulico que encontremos en las visitas técnicas que realizamos semanalmente en los edificios del Casco Histórico de Toledo. Inventario que motive a los propietarios de nuestros edificios en su labor diaria de conservación, y que les ayude a reconocerse como garantes de un humilde pero valioso patrimonio popular.
Si tienes un solado hidráulico recuerda:
La limpieza de los mismos se debe hacer con detergentes neutros. Evitar ácidos y productos caústicos. Lejía y amoniaco de forma puntual para eliminar manchas y siempre con aclarados rápidos con agua y sin encharcar. Nunca utilizar sistemas de pulimento abrasivos. Para recuperar el aspecto original utilizar cera natural y pulidora suave. El Consorcio da subvenciones para tratamientos de conservación-rehabilitación con porcentajes de ayuda no inferiores al 50 %.
Si ya no te gusta tu suelo hidráulico te recomendamos: Instala una tarima laminada sobre él, de esta manera se obtiene un nuevo acabado estético y no sobrecargas los habituales forjados de madera de las casas del casco. La receta, forjado de madera+solado hidráulico+solado nuevo, no funciona. Se terminará levantando el nuevo pavimento. La solución de tarima laminada es reversible y algún día podrás recuperara tu vetusto mosaico hidráulico.
Si vas a instalar un nuevo solado hidráulico debes tener en cuenta:
Puedes ponerlo tanto en el interior de la vivienda como en el exterior (patios, vierteaguas, sofitos de balcones, …) Para recibir las baldosas es recomendable un mortero con dos partes de cal y una de cemento, previamente las baldosas deben estar 30 minutos sumergidas en agua. Las juntas, de aproximadamente 0,5 mm., se rellenan con lechada de cemento. El sobrante se elimina frotando con serrín, preferentemente de pino. Los primeros días después de su colocación pueden aparecer sales debidas al proceso de secado. Para eliminar las manchas de salitre se deberá mojar el suelo y frotar de nuevo con serrín. Este proceso se deberá repetir periódicamente hasta su eliminación. En el uso tradicional de estos suelos era muy habitual instalar diferentes motivos decorativos en cada estancia de la casa.
A continuación les mostramos un primer muestrario fotográfico de diversos solados hidráulicos de edificios del centro histórico. En entradas posteriores iremos incorporando nuevos mosaicos.
1. Calle Trastamara, nº 3. Escalera de vecinos, descansillos y zaguan.
2. Calle Trastamara, nº 3. Vivienda planta 1ª.
3. Calle Sinagoga, nº 3.
4. Calle Sillería, nº 16.
5. Calle Sillería, nº 9. Escalera de vecinos.
6. Calle Santa Isabel, nº 20.
7. Plaza de los Tintes, nº 3. Suelos hidráulicos de nueva ejecución.
8. Callejón de Menores, nº 6.
9. Instituto, nº 13.
10. Calle de la Granada, nº 2.
11. Cuesta del Can, nº 4.
12. Calle Cardenal Lorezana, nº 4.
13. Bajada de San Martín, nº 11.
14. Calle Armas , nº 13.
15. Calle del Ángel, nº 22.
16. Plaza de Abdón de Paz, nº 9.
17. Calle Hombre de Palo, nº 5. Toledo no dejará nunca de sorprendernos. Como remate final de esta entrada les mostramos un detalle de una fachada de la Calle Hombre de Palo. El antiguo revoco, que asoma levemente bajo el acabado actual, imita en trampantojo una solería hidráulica.
por Jose María Gutiérrez Arias