La campaña de Moschino para su colección pre-fall del próximo otoño no ha estado exenta de polémica debido, al parecer, que a una de las modelos le faltaba una pierna. Sea cierto o no, la realidad es que el uso de Photoshop ha emergido como si fuera un actor más en el proceso de comunicación, en lo que se quiere comunicar a la sociedad. Todavía recordamos la felicitación navideña de los anteriores Reyes de España posando con todos sus nietos en un claro montaje de imágenes o la deportiva y veraniega carrera del expresidente Zapatero en la playa (que todavía no se sabe si pisó, en la foto desde luego no la pisó).
Estas prácticas no actuales pero si cada vez más perfeccionadas tienen que hacernos reflexionar en torno al uso de técnicas que pueden distorsionar el mensaje, falsearlo e incluso manipularlo. La libertad de expresión, tan en la boca de todos hoy por muchos acontecimientos, también se debe responsabilizar de que el mensaje que se transmite a través del texto, imagen o audio sea cierto para que no se transmita una realidad diferente a la que es. Sólo en la verdad se puede amparar la libertad de expresión y el derecho a la información de todos los ciudadanos.
Me interesa mucho tu opinión. ¿Crees que debería limitarse el uso de Photoshop en las redacciones?
La imagen de uno de los asesinos de la matanza de Charlie Hepdo, disparando friamente a Ahmed Merabet, policía tendido en el suelo, ha dado la vuelta al mundo y abre el debate sobre la publicación de imágenes que al menos cuestionan la necesidad de preguntarse por el valor de la mismas.
Estas imágenes, ¿son necesarias para la información? ¿Qué valor añadido suponen? El derecho a estar bien informado es fundamental pero debemos extremar las medidas para no caer en el error de que esta y otras imágenes similares, alimenten más el morbo que la información que se supone deben presidir cualquier noticia.