Minato empieza a hacer cosas extrañas y a volver del colegio con golpes y heridas. La sospecha cae sobre un profesor y la madre de Minato no va a quedarse callada...
Película llena de emociones y sentimientos con dos niños como protagonistas. Y es que la infancia debería ser una época feliz pero para Minato y Yuri no está siendo todo lo fácil y sencillo que debiera.
Una historia que se va construyendo como un puzzle. El espectador tiene que trabajar, pero eso hace que a medida que vayamos construyéndola nos llegue más si cabe.
Casi mejor no saber mucho de la misma para que así la película nos sorprenda en la forma y en la trama.
Los dos niños son una preciosidad, Soy y Hiiragi, y su historia llega, llega muy hondo.