Mosquito es un término genérico con el que se designa a ciertos insectos entrañables que nos cosen a picotazos. Actúan con toda impunidad ante la indiferencia de las autoridades.
Son en realidad, secuaces enviados por Dios para que nos abofeteemos una y otra vez por todos nuestros pecados.
Suelen aparecer en verano, que es cuando les dan las vacaciones junto a los domingueros. Atacan de forma invisible, con nocturnidad y alevosía, mientras el sujeto duerme o está despistado.
Casi no son perceptibles porque no hacen casi ruido y/o se confunden con el ruido ambiental. Pican, inoculan su liquido, y si pueden, de paso, alguna enfermedad chunga. Suelen ser silenciosos, excepto los trompeteros que para colmo no lo ves pero no te deja dormir por que sabes que tarde o temprano te picará, ya que aveces pasa cerca de tí dejándo tras de sí su Efecto Doppler mosquitíl.
La selección natural los ha hecho expresamente para putear al humano. Muchos creían que los mosquito podían transmitir el VIH. Si pudieran, los matamoscas serían la empresa más cotizada en bolsa. Y no lo es, así que los científicos han llegado a la conclusión de que no transmite en VIH. Cuando un mosquito pica a un enfermo con VIH, el virus pasa al sistema digestivo del bicho, donde no hay células T y, por tanto, el virus no tiene dónde alojarse y acaba volviendo a casa de sus padres hasta que pase su mala racha. Tampoco puede coger uno el sida practicando sexo con un mosquito, si bien no es una experiencia recomendable ya que nunca te respetan a la mañana siguiente.