Mosquitos, mosquitos everywhere

¡Por fin ha llegado el calor a los Países Bajos! Ese esperadísimo momento del año en que no encuentras ni una sola nube en el buienradar y los holandeses salen en masa a sus terrazas, jardines.. o aceras, ¿por qué no? a hacer la fotosíntesis. Pero si aplicamos un poco de filosofía zen, que está tan de moda, sabremos que tanta euforia veraniega tiene que tener su contrapartida por algún lado. Y de hecho la tiene, aunque sólo aparece de noche. Se trata de los mosquitos.
Si me está leyendo algún aficionado a la entomología que vaya haciendo las maletas porque esto es pura diversión. La wikipedia afirma que existen hasta 3500 especies de mosquitos. Pues bien si vives en Holanda y especialmente al lado de un canal, basta con abrir la ventana durante diez minutos para que aparezcan en tu casa por lo menos las 3000. Y es que las larvas de los mosquitos por si no lo sabíais se desarrollan en el agua. Y todos estos canales aunque sirven para ir en barquito, crear ambiente bucólico y patinar en invierno no dejan de ser agua estancada. Blanco y en botella... o más bien negro, zumbante y en tu pared.

El mosquito tigre o mosquito 2.0

Todo esto viene porque ayer noche, tras un día caluroso donde los haya (aquí no suele haberlos) no tuve mejor idea que abrir todas las ventanas de casa y echarme a leer en el sillón disfrutando del airecito nocturno. Un mosquito se me posó en la pierna, lo aplasté y seguí leyendo. Luego un mosquito se me posó en el brazo, lo aplasté y seguí leyendo. A continuación un mosquito se posó en el libro lo aplasté y seguí leyendo. Y así siguió la cosa hasta que la tasa de aplastamiento de mosquitos por minuto fue tan elevada que decidí mirar al techo. ¡¡Madre del amor hermoso!!

Mi pared ayer. Aunque por cámara pierde, no son fotogénicos estos mosquitos

Existen tres diferencias fundamentales entre los mosquitos de mi zona y los mosquitos holandeses. La primera es el tamaño. Aquí el mosquito estándar mide aproximadamente tres veces más que los mosquitos del norte de España. Se nota que están bien mantenidos. La segunda es la actividad. Olvidaos del pizpireto mosquito zumbón que no deja dormir y es casi imposible de aplastar con la zapatilla. Por algún motivo los insectos de estos lares andan bastante atontados. Permanecen la mayor parte del tiempo estáticos en el techo y cuando por algún motivo deciden darse un paseo no alcanzan ni de lejos las velocidades del mosquito español. De hecho estos mosquitos burgueses podrían aplastarse con suma facilidad si la altura del techo no fuese a prueba de holandeses y no nos importase ver nuestras paredes convertidas en un desagradable mural sanguinolento. La última diferencia es la variedad. Vamos, que al abrir la ventana se te mete en casa hasta el tato. Mosquitos grandes, mosquitos pequeños, mosquitos ínfimos, mosquitos verdosos, mosquitos gigantes, mosquitos esbeltos, mosquitos barrigones... hasta me pareció identificar a un mosquito tigre de esos que se han puesto tan de moda.
Volviendo a la historia, todos (o ehem... casi todos) sabemos que abrir la ventana de noche con las luces encendidas no es la mejor de las ideas. Pero tampoco esperas que se te arme en casa semejante festival con tres generaciones de mosquitos, un par de cínfes, el mosquito tigre y un ser extraño cuyo abuelo paterno fue probablemente una cucaracha.

Cadáveres de todas las formas y colores, tantos eran que algunos se murieron por si mismos

Aquello había que solucionarlo en seguida, no puedes convivir con semejante plaga bíblica a no ser que seas uno de los entomólogos raritos que mencionábamos más arriba. Así que forzando el cerebro, ya de por sí recalentado, se me ocurrió un brillante plan. Apagué todas las luces y coloqué un flexo en el alféizar de la ventana suponiendo que los indeseados inquilinos saldrian por voluntad propia al detectar la nueva fuente de luz. Valiente estupidez, estaréis pensando. Ya que con este reclamo en mi ventana cuan faro guía para todos los artrópodos del barrio lo único que conseguí fue duplicar el número de mosquitos en menos de diez minutos. ¡Esa es la gilipollez del siglo! comentaron mis conocidos cuando les relaté la jugada. Afortunadamente (o con no tanta fortuna) pertenezco al tipo de personas que cometen la gilipollez del siglo más o menos cada semana y media, con lo cual me recuperé rápidamente del impacto y proseguí con la investigación.
Aprendí que sólo pican las hembras y que no se alimentan de nuestra sangre, sino que la usan para calentar sus huevos. Y que últimas investigaciones han descubierto que los famosos zumbidos obedecen a funciones reproductivas ya que machos y hembras se localizan entre sí por las diferentes frecuencias de los sonidos que emiten. También aprendí que el problema en Holanda es tal que incluso el artículo sobre mosquitos en su wikipedia termina con la sección "mosquitos en tu habitación" ofreciéndonos consejos como succionarlos a todos con la aspiradora o intentar aplastarlos con la mano (aunque nos advierten de que para lo segundo necesitamos tener unos reflejos bastante buenos). ¿Os he mencionado ya que para colmo de males no se comercializan productos como el Kill-paff de toda la vida por considerarse demasiado químicos para los estándares del país?
Y en cuanto a cosas útiles, este es el resumen de técnicas anti-mosquitos que encontré:
- El embudo de la muerte: Consiste en preparar una mezcla de azucar y levadura en una botella para emitir CO2 y atraer a los mosquitos, que morirían ahogados al meterse en la botella. Podeis ver las instrucciones de montaje en este link. Este método trae como ventaja el satisfacer nuestra cutiosidad morboso-escatológica y mirar de vez en cuando cuánto hemos cazado. Pero digo yo... ¿no se atraerá a más mosquitos de los que realmente se caza? ¿y no generará mal olor tener agua podrida fermentando dos semanas en la habitación?
- Las velas de citronella:  La citronella es una planta de olor parecido al limón que al parecer los mosquitos detestan y se comercializa ya en velas especiales para ahuyentar a estos insectos. Algunos dicen que ayudan y otros que sólo tienen efecto en zonas muy próximas a la llama. ¿Será posible bloquear unas ventanas grandes y altas con eso? ¿Y será posible hacerlo sin que parezca que en tu casa está teniendo lugar una luna de miel ñoña a la americana o algún siniestro rito satánico?
- Las plantas de albahaca:  Parece ser que ahuyentan a los mosquitos y además podemos cocinar con ellas una pasta la mar de rica. Pero teniendo en cuenta que estas plantas no son muy grandes y, una vez más, el tamaño de mis ventanas, me da la impresión de que tendría que armar un jardín botánico de pacotilla en el salón para conseguir algún efecto.
- Una alimentación especializada: Al parecer si comes levadura de cerveza, muchas lentejas e ingentes cantidades de ajo acabas por despedir un olor imperceptible para el ser humano (¡o eso espero!) pero insoportable para los mosquitos. Este método no me parece convincente ya que aunque no te piquen, seguirán entrando en tu casa. Y vivir con la constante sensación psicológica de estar tragando tres mosquitos cada vez que bostezas es cansino a la larga.
- Bombillas LED:  Este método sí me parece interesante, aunque he encontrado poca información sobre él así que no sé cuán verídico será. Los mosquitos ven por temperaturas, como Predator. Pero específicamente lo que detectan son las radiaciones UV. Sin embargo las bombillas LED no emiten ningún tipo de radiación por lo que en teoría resultarían invisibles para nuestros amigos.
Asi que ahora toca ir probando todas estas técnicas.... Si encuentro el método definitivo de acabar con estos molestos visitantes nocturnos actualizaré este artículo y se convertirá en un buen manual. Y vosotros.. ¿habéis probado alguno de los métodos anteriores? ¿tenéis algún otro que podáis recomendar? Ahora os dejo, que estamos en turno de día y tengo que acabar con una legión de moscardones que están revoloteando en círculos por la cocina.