Si usted no es católico, ¡hombre de dios!, ¿a qué espera? Esta es la oportunidad, aprovéchela. Puede ser la última, no la deje correr. Se lo digo yo, que ya me he apuntado.
Miren ustedes, si cualquiera se hace socio de un club de fútbol --cosa cuestionable e improcedente— le harán pagar por su asiento y para mantener a su equipo. Lo mismo ocurre en el caso de que se afilie usted a un partido político, a un club de golf, o a una logia masónica.
Paga una cantidad a cambio de recibir unos servicios o de mantener una asociación con intereses comunes.Sin embargo, si usted, ahora que viene Benito --el jefe de la secta--, un día de estos, se convierte y abraza la fe verdadera, se verá compensado, sin pagar un euro, con múltiples ventajas .
Entre otras maravillas, en estos días, podrá usted:
- Pasear por el centro de Madrid peatonal para usted y los suyos, Sin coches ni contaminación. Como debe ser. Como nunca.
- Utilizar el transporte público de Madrid con un 80% de descuento.
- Ver el Retiro lleno de casetas expiatorias y unifamiliares. A la par que sus contenedores de basura llenos de pecados.
- Confesarse si ha abortado y ,excepcionalmente –no lo haga usted más—, será perdonada previa penitencia conveniente.
- Ver La Cibeles enrejada para que no se escape.
- Obtener indulgencia plenaria. O sea se garantiza usted el cielo, sin pasar por el coñazo del purgatorio.
- Ver felices, incomprensiblemente, a esos hosteleros a los que les hacen la competencia “los colegios públicos” y son incapaces de decir ni pío.
- Cantar, tocar o escuchar música junto con otros peregrinos sin que la SGAE le persiga y le pida que pague los derechos de autor, que exige a colegios o peluquerías.
- Ver cerrada la Biblioteca Nacional, y así evitará malas tentaciones. No vaya a ser que se acerque a los libros.
- Observar como los poderes del Estado bajan la cerviz y se arrodillan ante su nuevo líder, sumisos y contentos.
- Podrá comer un menú en cientos de restaurantes, por 6,5€.
- Y por último, podrá limpiarse el trasero con papel bendito, con colores del Vaticano.
¡HAY QUIÉN DÉ MÁS!
Si esta oferta no le convence, usted no es de este mundo, y simplemente pertenece a esa especie de pagadores natos, de ciudadanos de segunda clase, cuya única misión, quejarse, también está regulada. Así es que aproveche la ocasión y por el módico precio del gratis total, hágase usted del club más jeta del mundo. No se preocupe, aquí no se paga nada, sólo se obtienen beneficios. Para pagar están los otros, los no católicos. ¡Que paguen por su mayor pecado!, ser racionales y no tener fe. Bastante hacemos nosotros rezando por su salvación.
Salud y República