Revista África

Moulay Bousselham

Por Pabloyfernando

Moulay Bousselham

Encaramada a una duna fósil y asomándose al océano Atlántico junto a la restinga donde éste mezcla sus agitadas aguas con las más plácidas de la laguna litoral de Merja Zerga, la pequeña población costera de Moulay Bousselham, al mismo tiempo que nos ofrece un lugar tranquilo y acogedor, nos acerca a algunos de los rincones naturales más bellos e interesantes de la costa atlántica norte marroquí.

Si son éstas premisas las que andamos buscando, puede que Mouley Bousselham se acerque mucho a nuestras exigencias: una buena opción de descanso donde disfrutar de la naturaleza y de los paisajes litorales que nos brinda, con sus interminables playas y cadenas de dunas costeras, y donde los amantes de las aves tendrán una buena oportunidad de contemplar y fotografiar la extensa nómina de aves acuáticas, tanto migratorias como permanentes que alberga este importante humedal costero.

Moulay Bousselham

Aunque el lugar era conocido ya por los fenicios, atraídos por la posibilidad de resguardo que para naves de poco calado ofrece la laguna, Moulay Bousselham no ha dejado de ser una pequeña aldea de pescadores con menos de mil habitantes, que ha permanecido prácticamente intacta hasta hace apenas un par de décadas, en que se empezó a promocionar como centro de veraneo para la población marroquí del interior, y que ha provocado un pequeño crecimiento urbanístico en los últimos años. Pero a pesar de todo, fuera de la temporada veraniega, el pueblo continúa con su ritmo vital tradicional, con una población dedicada principalmente al marisqueo y a la pesca artesanal, (foto izda,) que realizan en pequeñas barcas de apenas 3 o 4 metros de eslora y muy poco calado, para poder acceder al pequeño puerto natural en el interior de la laguna y navegar por ésta, con muy poco fondo en algunas zonas, donde apenas se llega al medio metro de profundidad. Es en esta época, alejada de los ajetreos estivales y vacacionales, cuando más apetece acercarse y disfrutar de la placidez del pueblo y de sus atractivos naturales.

Moulay Bousselham

El pueblo debe su nombre a un místico del siglo X, seguidor e introductor en Marruecos de la corriente sufí panteista de Abú Yazid al Bastami, asceta persa del Siglo IX. Tanto el Maestro como algunos de sus más notables seguidores, están enterrados en otros tantos morabitos, muy cercanos entre sí, desperdigados entre las casas del núcleo original de la población, de las que se destacan con sus blancas cúpulas, continuamente encaladas (foto dcha) . El más importante de todos, el del propio Mouley Bousselham, se encuentra ubicado en la parte baja del pueblo, frente a la embocadura de la laguna, junto al canal que, tras un par de meandros, comunica ésta con la mar abierta (foto inferior). Junto a él se celebra todos los años, en el mes de julio, un importante mousem, donde los seguidores de esta corriente sufí realizan sus rituales y ceremonias, rozando algunas de ellas lo increíble.

Moulay Bousselham

El pueblo propiamente dicho, aparte de las magnificas vistas que sobre la laguna nos ofrece y la pintoresca silueta ('skyline' que dirían algunos, en un verdadero y discutible ejercicio de cosmopolitismo global) que el complejo morabítico le otorga, no da mucho mas de sí, salvo también la llegada de las barcas de pesca y el desembarco y venta de las capturas en la pequeña lonja, situada junto a los morabitos. Ahora bien, la actividad que nunca podemos pasar por alto si hacemos una parada en la zona es la de dar un paseo por los alrededores de la laguna, y si es en barca, mucho mejor.
La laguna de Merja Zerga ocupa una amplia depresión, separada del mar por un extenso cordón de dunas. El agua es salobre, ya que al aporte oceánico que penetra hacia el interior siguiendo el flujo de las mareas, hay que sumar las aguas subterráneas y las provenientes de un par de ríos que desembocan en la laguna, siendo el más importante el oued Drader, que es, además, el que permite con su desembocadura que la comunicación con la mar abierta se mantenga. Estas específicas condiciones convierten a la laguna en un paraje de gran importancia desde el punto de vista de la biodiversidad, especialmente para las aves, que encuentran aquí un adecuado enclave de cría y un oportuno lugar de descanso en sus travesías migratorias.

Moulay Bousselham

Incluída en la lista de Sitios de Interés Biológico y Ecológico, también fué declarada en 1980 como sitio Ramsar (Convenio Internacional sobre protección de humedales y ecosistemas costeros). Desde hace apenas unos años goza de la figura de protección jurídica de Parque Nacional, al objeto de proteger su ecosistema y su coexistencia con la explotación artenal secular del mismo, aunque todos sabemos lo inoperantes e inútiles que pueden llegar a ser en la mayoría de los casos estas figuras de protección. Lo más destacado de la laguna, y su principal atractivo, es la variedad de especies de aves que acoge en sus alrededores, desde limícolas hasta flamencos, pasando por varias especies de gaviotas, cormoranes, charranes, ostreros, y un largo etcétera.

Moulay Bousselham

(Foto superior, Flamenco rosa; foto cedida por Huberto García Peña).

Una pequeña excursión en barca, nos permitirá acercarnos y observar detenidamente las evoluciones de las  bandadas de aves y tratar de identificar las diferentes especies (foto izda.).

Por cierto, la posibilidad de alquilar una embarcación a tal fin, será lo primero que nos ofrezcan nada más llegar al pueblo. Es importante acordar el precio con antelación, y aún así al final siempre nos pedirán un aumento de lo pactado, alegando razones peregrinas. La tarifa normal para un paseo de entre 1'30 y 2 horas, seis personas, es de 150 Dh. Aunque se puede concertar el alquiler de la embarcación en el propio pueblo y algunos jóvenes emprendedores ya han montado una pequeña empresa para este tipo de paseos turísticos, con edición de folletos y teléfonos de contacto incluídos, lo mejor es dirigirse directamente al pequeño puerto pesquero, situado junto al camping, y al que se accede por una pequeña carretera que baja a la orilla de la laguna nada más entrar al pueblo. El puerto, que no es más que un sencillo y plácido fondeadero natural sin más infraestructura portuaria que una pequeña rampa de hormigón, nos regala una impactante estampa, marinera y colorista a partes iguales, donde los azules del agua y el cielo enmarcan a las decenas de barquillas varadas y a las casas del pueblo que coronan la verde ladera (foto inicio).

Moulay Bousselham

La mayoría de los pescadores han visto en el alquiler de sus barcas para uso turístico una magnífica actividad para obtener algunos ingresos complementarios, y se han reconvertido rápidamente, ofreciendo a los clientes los servicios adicionales de prismáticos (imprescindible, aunque cualquiera que sepa a lo que va los lleva de equipaje permanente) y guías de campo, al mismo tiempo que ayudan a identificar las distintas especies de aves. Durante la baja mar, y dado el escaso fondo de algunas zonas, afloran a la superficie numerosos bancos de arena, donde se posan grandes bandadas de gaviotas de diferentes especies (foto superior), entre las que podemos distinguir la Gaviota reidora (Larus ridibundus), la Gaviota de audouin (Larus audouinii), la Gaviota sombría (Larus fuscus) y la Gaviota patiamarilla (Larus michahellis). Junto a ellas, tranquilamente posadas en la arena, diferentes especies de limícolas corretean incansables por la orilla, con sus pequeñas patas de alambre y sus finos picos en continua actividad. La inconfundible y oscura silueta de los cormoranes destaca entre las demás aves instaladas en los arenales

Moulay Bousselham

Entre los juncos y carrizos que colonizan las orillas, podemos encontrar también diversas especies de anátidas, como el Ánade real (Anas platyrhynchos), el Ánade silbón (Anas penelope), el Tarro blanco (Tadorna tadorna) y el Pato cuchara (Anas clypeata), así como el Flamenco rosa (Phoenicopterus roseus), inconfundible estrella de la laguna, y la especie más buscada por los amantes de la fotografía.
Rodeando la laguna, por toda sus riberas, podemos observar varios núcleos boscosos, formados principalmente por eucaliptus de repoblación, y numerosas aldeas, cuyos habitantes viven principalmente también de la pesca artesanal, que realizan los hombres, y el marisqueo , que efectúan las mujeres (foto drcha).

Moulay Bousselham

Se calcula que la población de los alrededores de la laguna ha aumentado en los últimos años hasta casi los 20.000 habitantes.- Este crecimiento poblacional, junto con el aumento de la demanda, ha provocado una notoria sobreexplotación de los recursos, lo que lleva a un serio peligro de que estas actividades seculares, que siempre han convivido con el entorno lleguen a punto de insostenibilidad y conduzcan a una degradación irreversible del ecosistema. En la actualidad se están llevando a cabo diversas actuaciones para tratar de solucionar el problema.
Otro de los atractivos de Mouley Bouselham son sus playas interminables, rodeadas de dunas y abiertas al océano, aunque casi siempre con oleaje.- Para llegar a ellas únicamente hay que ir hasta el final del pueblo, para luego girar a la derecha y, por diversas calles siempre rodeado de pequeños adosados, llegar al enorme aparcamiento sobre la playa. En verano está muy concurrida, pero fuera de temporada, es una delicia pasear por este enorme arenal solitario. Me resultó muy curioso ver a primeras horas de la mañana a una notable cantidad de personas que, armadas con detectores de metales, restrean por toda la superficie de la playa en busca de cualquier cosa metálica que se hubieran dejado los veraneantes (foto izda.). Se supone que si hay tantos es porque será rentable, aunque yo lo dudo, sobre todo en pleno invierno, que es cuando lo observé.

Moulay Bousselham

COMER Y DORMIR

Existe un camping junto al puertecillo, en el interior de un bosquete de eucaliptus, pero lo único bueno que tiene es precisamente su ubicación, ya que por lo demás presenta un especto absolutamente descuidado y sucio, por no decir deplorable. Para colmo, en verano se llena hasta los topes.
El hotel Le Lagon, que se desparrama por la ladera de la duna justo encima del embarcadero, nos ofrece una buena relación calidad/precio, con habitaciones con baño completo, limpias y acogedoras, complementadas con magníficas vistas sobre la laguna, a la que se asoman como un balcón (foto inferior). La habitación doble costaba 250 Dh. (octubre 07).
Últimamente, han proliferado los chalets de alquiler directo a los propietarios, que aprovechan así sus residencias veraniegas para obtener ingresos fuera de temporada.- Generalmente se trata de casas amplias, normalmente de dos pisos, bien equipadas, con garage y con capacidad para unas 10-12 personas. Los precios suelen rondar los 2.000-3.000 Dh. a la semana. Las estancias menores salen más caras, sobre 1000 Dh. diarios. En Internet podemos encontrar bastantes en las páginas que ofrecen este servicio. Son una muy buena opción si viajan dos o tres familias juntas, aunque también hay apartamentos para 2-4 personas.
Existen varios restaurantes ( La Jeunesse, L'Ocean...) en la calle principal. En cualquiera de ellos se como buen pescado aunque también ofertan carnes a la parrilla a precios muy razonables.
Si tenemos alquilada una casa, podemos abastecernos de pescado en la lonja del pueblo o en el puerto, donde podemos encontrar principalmente centollos y almejas. En el puerto también encontramos unas instalaciones dedicadas a criadero de mariscos, donde podemos adquirir centollos o bogavantes, pero a precios de mercado, no tan ajustados como los que ofrecen los propios pescadores.

Moulay Bousselham

CÓMO LLEGAR.

Moulay Bousselham se encuentra junto a la A1, la autopista que une Tánger con Rabat, aproximadamente a medio camino entre ambas. Cercana a Larache (50 km.) y a Asilah (75 km.), es un buen lugar para tomar como base para conocer esta zona.


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