Movie Review – Arma Letal 2

Movie Review…por César del Campo de Acuña

Dirección: Richard Donner.
País: Estados Unidos.
Año: 1989.
Duración: 110 minutos.
Género: Acción. Suspense.
Guion: Jeffrey Boam. Shane Black.
Intérpretes: Mel Gibson, Danny Glover, Joe Pesci, Patsy Kensit, Joss Ackland, Derrick O’Connor, Traci Wolfe, Darlene Love y Steve Kahan.
Fotografía: Stephen Goldblatt.
Música: Michael Kamen, Eric Clapton y David Sanborn.
Montaje: Stuart Baird.
Dirección artística: Richard Berger y Virginia Randolph.
Diseño de producción: J. Michael Riva.
Estreno en Estados Unidos: 7 de julio de 1989.
Estreno en España: 4 de agosto de 1989.

The magic is back!

Dos años. Tan solo dos años se tardó en hacer una secuela de la celebrada buddy movie de 1987, Arma Letal. Repetía el director, evidentemente los actores protagonistas, el guionista e incluso el responsable del montaje. Warner Brothers sabía que había dado con un filón y esta vez entrego a la producción un talón valorado en 28 millones de dólares, 13 más que la cinta en la que conocimos a Riggs y Murtaugh. No obstante Shane Black, el guionista y creador de los personajes, seguía enrocado cual Don erre que erre en hacer un film mucho más oscuro y cercano al pulp que devoraba siendo crio (imagínense que llegaba a ahorrar el dinero del almuerzo de varios días para poder comprar una de esas novelas baratas llenas de tipos duros, mujeres fatales y lúgubres callejones) en el que Martin Riggs (Mel Gibson) fallecía. Dado el enorme éxito de Arma Letal, tanto en salas como en formato doméstico, la Warner no estaba dispuesta a matar a la gallina de los huevos de oro tan pronto por lo que volvió a contratar a Jeffrey Boam para aligerar la trama potenciando el humor y la acción por encima del drama como ya hizo en la primera entrega de la franquicia (aunque no recibió crédito alguno por ello). Evidentemente Shane Black se bajó del proyecto (o le ayudaron a marcharse, según se mire) pero este siguió adelante.

El resultado fue un éxito aun mayor que la primera entrega. En taquillas arrasó aquel año y se colocó como la tercera película que mejor funciono en salas tras Batman e Indiana Jones y la última cruzada. El público no dudo en acudir una vez en masas a ver la sorprendente e inexplicable química entre Danny Glover y Mel Gibson. Por si fuera poco añadieron a la mezcla a Joe Pesci, que venía de hacer Moonwalker y Bala Blindada y estaba a poco más de un año de filmar Uno de los nuestros, la película por la que ganaría el Oscar al Mejor Actor de Reparto. ¿Y que trajo Pesci a la mesa? Pues al molesto Leo Getz, un contable estafador al que Riggs y Murtaugh tienen que proteger de unos narcotraficantes surafricanos liderados por el embajador del citado país. Los malos de turno se convirtieron en unos de los más odiosos del cine de acción de la época debido a toda la presión internacional que Suráfrica estaba recibiendo en los últimos años del Apartheid y el líder de los villanos, Arjen Rudd (interpretado por Joss Ackland) en uno de los más recordados por pertenecer al cuerpo diplomático. Añadan que desapareció esa locura depresiva de Riggs (aquella que le empujaba a meterse una pistola en la boca cada día) y que una nueva mujer entro en su vida (la guapísima Patsy Kensit). Humor, amor, acción y unos villanos detestables para ese Hollywood/sociedad biempensante… ¿Qué más podría pedir el público?

Donner, aunque se va a los 110 minutos de metraje, imprime un rimo sensacional a la película, la cual y no solo por las espectaculares escenas de acción, no aburre en ningún momento ya que todos los personajes tienen la suficiente personalidad como para destacar e interesar al público. Otra cosa que el cineasta, unido a los guionistas, logra es que aunque se trata de una cinta en la que el protagonismo recae en dos actores, ambos tienen escenas memorables. Riggs tiene la escena en la que se desencaja el hombro y Murtaugh tiene la del cuarto de baño. Riggs tiene el increíble asalto a su caravana y Murtaugh tiene la divertida escena en la que pide convertirse en ciudadano surafricano. Todo en esta producción funciona como un reloj. Es cierto que ha desparecido la profunda carga dramática del personaje interpretado por Gibson y puede que los más puristas encuentren algo peregrino el nexo de unión entre los narcotraficantes surafricanos el fin de la mujer de Riggs, pero en general, todo esta tan bien, es tan divertida y tan agradecida de ver que, al igual que ocurría en la primera, se le perdona prácticamente todo teniendo en cuenta de que se trata de una cinta de acción policiaca que prefiere relajarse en la comedia que ahogarse en el thriller. Y no, no me entiendan mal, no hablo despectivamente del cine de acción ya que existen películas en este género, mejores, peores, abominables o brillantes como son las de la franquicia Arma Letal.

Evidentemente, al tratarse de una secuela, este film no resulta tan fresco como su predecesor, pero la acción esta tan bien rodada, los villanos son tan despreciable, la química entre Glover y Gibson es tan especial y el ritmo, a pesar de la duración, es tan trepidante que, como cinta de acción se corona como una de las mejores del género. ¿Merece unirse al selecto grupo de cintas en las que las segundas partes superaron a las que la precedía? Si no lo logra está cerca, ya que el único gran fallo es que Shane Black saliera un poco por la puerta de atrás de la franquicia que le dio fama y fortuna como guionista y script doctor. Arma Letal 2, es una terriblemente entretenida cinta de acción atemporal tan disfrutable hoy como el día en el que fue estrenada y aunque su elevado bodycount pueda poner los pelos de punta a los defensores y guardianes de la moral, lo cierto es que esta obra sigue teniendo un cierto grado de inocencia que la convierte en una de esas películas ideales con las que adentrarse en un género tan apasionante, como machacado por la crítica convencional, como es el de la acción pura y dura.

Curiosidades:

En la escena en la que Leo está limpiando la casa de Riggs, se puede oír la canción “I´m not scared” del grupo Eight Wonder, en el que cantaba Patsy Kensit.
El frasco de colonia que se ve durante la destrucción de la caravana de Riggs es “Hero”. La primera vez que Riggs entra en su caravana, podemos ver y escuchar un anuncio en la televisión de esa misma fragancia.
De las cuatro películas que conforman la franquicia, Arma Letal 2 es en la que más personas mueren, llegando a sumar 33 cadáveres.
Shane Black, el guionista del primer film, decidió acabar con el personaje de Martin Riggs. Warner Brothers no estaban de acuerdo con esa decisión, y el abandonó el proyecto.
Durante la producción, Richard Donner se sorprendió cuando Mel Gibson le confesó que estaba bebiendo cinco pintas de cerveza para desayunar. A pesar de sus problemas con el alcohol, Gibson era todo un profesional y nunca llego tarde al rodaje.
Patsy Kensit describió su escena de sexo con Mel Gibson como la más incómoda de rodar de toda la película. La actriz explico que se debía a que ambos estaban casados y eran/son católicos.
A pesar de la postura anti-sudafricana de la película, fue pasada sin cortes por los censores surafricanos y se convirtió en un éxito financiero importante en el país.
Joe Pantoliano fue la primera opción para interpretar a Leo, pero rechazó el papel debido a un conflicto de agenda con el rodaje de Código azul.
Se rodó un final alternativo en el que Riggs y Rika celebraban Acción de Gracias en la casa de los Murtaugh pero finalmente se decidió eliminar esa escena debido a que en ese momento de la producción no se sabía aun si Riggs viviría o moriría al finalizar la cinta. Por otro lado la muerte de Rika añadiría tintes dramáticos al film y alimentaria aún más el odio de Riggs por los surafricanos.
Esta es la única película de la franquicia Arma Letal en la que Riggs conduce una GMC Sierra azul. En las otras películas conduce la misma camioneta pero de color negro.

La Frase: “Por eso no tengo una úlcera, porque sé decir me importa un huevo. ¡Eh Riggs! ¿Sabes qué pone ahí? – Si, lo mismo que aquí, pero me importa un huevo”