Movie Review…por César del Campo de Acuña
Dirección: Clint Eastwood.
País: Estados Unidos.
Año: 1983.
Duración: 117 minutos.
Género: Acción. Suspense.
Guion: Harry Julian Fink, Rita M. Fink, Joseph Stinson, Earl E. Smith, Charles B. Pierce y Dean Riesner.
Intérpretes: Clint Eastwood, Sondra Locke, Pat Hingle, Bradford Dillman, Paul Drake, Audrie Neenan, Jack Thibeau, Michael Currie, Albert Popwell, Mark Keyloun, Kevyn Major Howard, Bette Ford y Michael V. Gazzo.
Fotografía: Bruce Surtees.
Música: Lalo Schifrin.
Montaje: Joel Cox.
Dirección artística: –
Diseño de producción: Edward Carfagno.
Estreno en Estados Unidos: 9 de diciembre de 1983.
Estreno en España: 17 de febrero de 1984.
Two killers are at large. One of them is Dirty Harry
Callahan: Todos los días, durante diez años, Loretta me sirve un café solo doble. Hoy también me lo ha puesto solo doble pero con azúcar. Mucho azúcar. Y he tenido que venir a protestar. Sed buenos y tirad esos cacharros. Atracador: Jé… ¿Qué dice? Callahan: Lo que oyes. Nosotros no consentiremos que os valláis. Atracador: ¿Cómo nosotros? ¿Quiénes? Callahan: Smith y Weson y yo. Y con esta escena el inspector Callahan se metió en los hogares de medio mundo en la década de los 80 y paso a los anales de la cultura popular gracias a una frase que pasó a la historia: “Anda…alégrame el día”. Y lo cierto es que, solo por esa escena y por esa frase (que ayudo a popularizar el, por aquel entonces Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan) la cuarta entrega de las aventuras del policía más expeditivo de la ciudad de San Francisco ya merecen un visionado. Quizás, junto a la que pudimos ver en Harry el sucio en 1971, sea la que más fuerza tenga de las cuatro escenas en las que se muestra lo lejos que es capaz de llegar Callahan con tal de detener a los criminales (recuerden: banco en Harry el sucio, aeropuerto en Harry el fuerte, floristería en Harry el ejecutor y cafetería en Impacto súbito). Curiosamente, y a pesar de que todas las películas de Dirty Harry habían funcionado estupendamente en taquilla, nadie esperaba (ni el propio Eastwood) una cuarta cinta y esta, Impacto súbito, fue la que más espacio de tiempo abarco entre secuelas (dos años entre la primera y la segunda, tres entre la segunda y la tercera, siete entre la tercera y la cuarta y cinco entre la cuarta y la quinta).
Pero, más allá de la famosa escena y de la aún más famosa frase ¿de qué trata este film? Bien, la cuarta entrega de esta franquicia nos trata de llevar a un sitio que aún no había visitado. En lugar de ser Callahan el que administra justicia a base de plomo, en esta ocasión el inspector persigue a una víctima que está ajusticiando a balazos a sus agresores. ¿Quién es la victima? Sondras Locke, actriz y cantante que por aquel entonces era la pareja sentimental de Clint Eastwood y a la que recordamos por el díptico dedicado a los camioneros que fueron las películas en las que Eastwood se puso en la piel de Philo Beddoe y en la recomendable Ruta suicida de 1977. Tras las presentaciones volvamos a su personaje, una artista víctima de una violación en grupo junto a su hermana, que ha decidido borrar de la faz de la tierra a la basura que la perpetro y que, como de costumbre, salió de rositas por un por un quítame allá esas pajas. Por su parte Callahan, no solo tratara de detener al asesino de los criminales, sino que además termina en el “exilio” fuera de San Francisco por sus brutales métodos de ahorro al contribuyente. Una vez fuera, el inspector se pondrá a investigar el último caso que le asignaron y que le ha llevado justo a la localidad donde el personaje interpretado por Locke está llevando a cabo su venganza. Lo curioso es que Callahan, no siente la menor lastima por las nuevas víctimas y se encontrara en una disyuntiva personal a la hora de llevar a su asesino ante la justicia.
Aunque superficialmente la trama pueda parecer una de esas casualidades que solo se dan en la ficción cinematográfica, el guion de Harry Julian Fink, Rita M. Fink, Joseph Stinson, Earl E. Smith, Charles B. Pierce y Dean Riesner está lo suficientemente bien atado, a pesar de las multiples reescrituras, para que nada quede sin justificación y haga al espectador rascarse la cabeza. Pero, aun así, creo que al igual que ocurrió en Harry el fuerte, Impacto súbito es innecesariamente larga. Quizás los diferentes flashbacks que podemos ver a lo largo de la película añadieran demasiados minutos de metraje innecesarios ya que con una sola visita al pasado de la tortuosa experiencia de la coprotagonista hubiera bastado. No obstante, este problema es algo totalmente personal, ya que en sí el suspense y la narración no decaen en ningún segundo gracias a un Clint Eastwood convencido en lo que hace y dirige (ya que a fin de cuentas el afamado actor/director cree firmemente en la justicia que podemos ver como espectadores en esta franquicia) y a una sorprendente Sondra Locke en el que probablemente sea su mejor papel junto a Eastwood. Por lo demás, debo destacar lo gracioso que es el universo Dirty Harry con respecto al casting. Verán, ahí tienen a Albert Popwell, actor afroamericano que sale en las cuatro películas y siempre interpretando a personajes diferentes (el atracador del banco al que Callahan suelta el discurso en Harry el sucio, el chulo del coche rosa en Harry el ejecutor, el líder activista en Harry el ejecutor y amigo de Harry en Impacto súbito) o a Bradford Dillman que en la anterior cinta da vida al Capitán McKay y en esta da vida al Capitán Briggs. Otros rostros destacables en la película son Audrie J. Neenan y Paul Drake por el infinito asco que dan como villanos y ese eterno secundario que fue Pat Hingle.
Vuelve a la banda sonora Lalo Schifrin y sin hacer un gran trabajo salva los muebles con un par de piezas ambientales espectaculares (como la que podemos escuchar cuando Callahan vuelve a la cafetería para decirles cuatro cosas a los atracadores). Visualmente, el cambio de exteriores le sienta fenomenal y aunque Eastwood abusa de planos aéreos visualmente es una película correcta en la que vuelve la oscuridad que prácticamente despareció en Harry el ejecutor. En mi opinión, si Eastwood hubiera sabido condensar la historia en poco más de noventa minutos le hubiera quedado una película mucho más redonda y memorable más allá de la famosa frase/escena. Tiene mucha acción y el suspense funciona pero se hace demasiado larga. Callahan volvió y volvió con mucha fuerza, demostrando que aunque nació en los años 70 era más un héroe de la era Reagan y si no me creen busquen la recaudación en taquilla de este film (bueno…lo busco yo: costo 22 millones de dólares y solo en Estados Unidos recaudo más de 65). Como escribí en la primera entrada que le dedique a esta franquicia, todos tenemos un pequeño Harry Callahan en nuestro interior y parece que los espectadores en la primera mitad de los 80 estaban más que dispuestos a comprar el discurso del ojo por ojo que esta recomendable cinta predicaba.
Curiosidades:
- Esta es la única de las cinco películas de la franquicia Harry el sucio dirigida por Clint Eastwood.
- La región que aparece en la secuencia de la persecución entre Callahan y el ladrón de bancos fue destruida en 1989 por el terremoto Loma Prieta.
- La famosa frase “Anda…alégrame el día” fue votada la sexta cita de cine más popular por el American Film Institute.
- Las gafas que utilizada Callahan son el mismo modelo que las que utilizo Arnold Schwarznegger en Terminator. Por cierto, gracias a esta última película Gargoyles Sunglasses, la marca de las gafas, se salvó de la bancarrota.
- Cuando Clint Eastwood se presentó como alcalde para Carmel-by-the-sea utilizo como propaganda unas pegatinas en las que se podía leer: “Go ahead…make me mayor” (la famosa frase en inglés es Go ahead…Make my day).
- Esta fue la última película que Clint Eastwood y Sondra Locke hicieron como pareja. Por cierto, en un principio, la película no iba a formar parte de la franquicia Harry el sucio, no fue hasta que Joseph Stinson reescribió el guion de Earl E. Smith y Charles B. Pierce que la cinta paso a ser un nuevo film del inspector Callahan.
- Esta fue la décima película que dirigió Clint Eastwood y la decimotercera que realizo para la Warner Brothers.
- Esta es la única película de Harry el sucio en el que Callahan utiliza una pistola semiautomática. Concretamente utiliza una .44 AutoMag.
- Charles B. Pierce fue el que escribió la famosa frase de la película. Según el guionista se basó en una anécdota de su infancia en la que su padre le advirtió diciéndole: “When I come home tonight and the yard has not been mowed, you’re gonna make my day.”
- Esta es la película de la franquicia que más dinero género en taquilla. Se estima que Clint Eastwood ganó con esta cinta unos 30 millones de dólares (por aquel entonces Eastwood se llevaba el 60% de la recaudación y Warner el 40%)
La Frase: “Anda…alégrame el día”
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