Movie Review – John Rambo: Vuelta a infierno

Movie Review…por César del Campo de Acuña

Dirección: Sylvester Stallone.
País: Estados Unidos.
Año: 2008.
Duración: 93 minutos.
Género: Acción. Aventura.
Guion: Sylvester Stallone (Personaje: David Morrell).
Intérpretes: Sylvester Stallone, Julie Benz, Matthew Marsden, Graham McTavish, Reynaldo Gallegos, Jake La Botz, Tim Kang, Maung Maung Khim y Ken Howard.
Música: Brian Tyler.
Fotografía: Glen MacPherson.
Montaje: Sean Albertson.
Dirección artística: Suchartanun ‘Kai’ Kuladee.
Diseño de producción: Franco-Giacomo Carbone.
Estreno en Estados Unidos: 25 de enero de 2008.
Estreno en España: 1 de febrero de 2008.

Heroes never die…. They just reload

Rambo III fue un desastre. Crítica y público le dieron la espalda. ¿Y hoy? Hoy ni siquiera cuenta con el favor de los nostálgicos de los años 80 por cómo se ha puesto el asunto con el tema de los islamistas a los que Rambo parece (y digo solo parece) ayudar en la que fue su tercera aventura cinematográfica. Hablando con símiles bélicos se puede decir alegremente que quedo una herida abierta y el único que podía cerrarla era el propio Sylvester Stallone. El actor de origen italoamericano, que de tonto no tiene un pelo, viendo el resurgir nostálgico de los años 80 decidió que lo mejor que podía hacer era resucitar a sus dos personajes más carismáticos y conocidos y en cuestión de dos años vimos volver a subir al ring a Rocky en Rocky Balboa y vimos como John Rambo volvía a la selva a guerrear como el soldado de combate de pura sangre que es, fue y siempre será para los aficionados al cine en la brutal John Rambo: Vuelta a infierno.

Y sí, he utilizado correctamente el adjetivo brutal ya que es el que mejor define a esta película. Stallone se desmelena y le ofrece a su público (nostálgicos o no) un film que es puro ritmo. Apenas 93 minutos de metraje contienen una de las cintas de acción más salvajes que he tenido el placer de ver. Sangre, tripas, explosiones y sin ningún tipo de recato o censura. Rambo volvió a la guerra por todo lo alto y demostrando que él es la guerra. Desafortunadamente, tampoco cumplio las expectativas económicas. Con un presupuesto aproximado a los 50 millones de dólares no llego a recaudar más de 43 y aunque eso no quiera decir nada, para el mercado estadounidense que es el que produce sí. Aun así, tanto los aficionados al personaje como su protagonista y director quedaron contentos con el resultado y eso, aunque nos prive de ver una quinta entrega es lo que cuenta.

Personalmente he visto la película en cuatro ocasiones y en todas ellas he disfrutado muchísimo. Cumple lo que promete con un ritmo endiablado en el que no hay tiempo para reflexión alguna. No, Rambo no se va a detener a oler las flores, a cavilar, o a filosofar…va a hacer lo que tiene que hacer aunque no le guste y si eso conlleva arrasar a todo un pelotón con una ametralladora M2 ni se va a despeinar. El caso es que la trama no es nada del otro jueves; Rambo, vive apartado del mundo y lejos de los Estados Unidos. Entonces, un grupo de misioneros le contratan para que les deje en una zona de guerra con el fin de asistir al pueblo Karen. Algunos de ellos son capturados por militares birmanos mientas que otros son asesinados. Rambo se entera y junto a una unidad de mercenarios se internar en territorio enemigo para salvar a los misioneros. Fin. Y ya está, no se necesita más ya que si hay algo en lo que Rambo es bueno aparte de pelando enemigos es rescatando prisioneros y hay pobrecito de aquel que se ponga en su camino.

El casting está bastante bien (me gusta especialmente el papel de Graham McTavish) y el villano probablemente sea el más cabrón de cuantos se han enfrentado a Rambo. Por otro lado el diseño de producción es de sobresaliente; Rambo se mueve bien en la selva, no en el desierto y si quieres selva y parajes exóticos en John Rambo: Vuelta a infierno los van a encontrar. Los efectos especiales son una maravilla y aunque el efecto de las heridas provocadas por armas de fuego nos parezca excesivo al parecer en uno de los pases un grupo de excombatientes militares estadounidense dijeron que ese es exactamente el efecto de una M2 o de un rifle como el que lleva “El Niño”. Sí, hay algunos momentos en los que se nota mucho el muñeco, pero forma parte del encanto de esta película y de todas aquellas que pretende rememorar. La acción está realmente bien filmada (algo que no ocurrió con Los Mercenarios por ejemplo). El aspecto sonoro lamentablemente ya no cuenta con la presencia de Jerry Goldsmith (pero si de la famosa sintonía de Rambo) y Brian Tyler cumple acompañando con discreción y poco más.

Una lástima que no funcionara mejor ya que esta cuarta entrega de las aventuras cinematográficas del personaje creado por David Morrell deja con ganas de más y con un subidón de adrenalina importante. Este film si es un buen ejemplo de la corriente Neo 80’s bien entendida.

Curiosidades:

Sylvester Stallone quería específicamente que la película se desarrollara en medio del a conflicto bélico más brutal y desconocido por el público y los medios de comunicación. Después de descartar conflictos establecidos (y conocidos) en Oriente Medio, América Latina y África, Stallone habló con expertos internacionales que le hablaron de los asesinatos en masa del pueblo Karen en Birmania y fue entonces cuando Stallone decidió que allí es donde se desarrollaría la acción.
Maung Maung Khin, que interpretó al dictador Birmano Tint, luchó por los rebeldes karen en la vida real. Llego a temer que su familia seria asesinada si aceptaba el papel.
Julie Benz fue elegida como Sarah porque Sylvester Stallone era un gran fan de la serie de televisión Dexter, en la que ella actuaba.
En un principio Rambo levantaría y dispararía la ametralladora M2 .50-cal. pero debido a su peso decidieron montarla en el jeep. Stallone podía levantarla, pero su interpretación y movimientos se resentía por el peso del arma.
Ted Kotcheff, director de Acorralado, fue consultor técnico en este film.
Stallone tenía la intención de hacer esta película antes que Rocky Balboa pero cuando la MGM le dio luz verde decidió posponer el proyecto.
En diferentes puntos del desarrollo del guión, Luc Besson, Richard Donner y James Mangold fueron considerados para dirigir.
Esta fue la primera película, que no pertenecía a la franquicia Rocky, que Stallone dirigió en 25 años. Staying Alive de 1983 fue la anterior.
El bodycount oficial de la película fue de 466 muertos. El más alto de todas las películas de Rambo.