Movie Review – Piratas del Caribe: En mareas misteriosas

Movie Review…por César del Campo de Acuña

Dirección: Rob Marshall.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Duración: minutos.
Género: Aventuras. Acción.
Guion: Ted Elliott y Terry Rossio.
Reparto: Johnny Depp, Geoffrey Rush, Penélope Cruz, Ian McShane, Sam Claflin, Kevin R. McNally, Astrid Bergès-Frisbey, Óscar Jaenada, Robbie Kay, Keith Richards, Judi Dench, Stephen Graham, Richard Griffiths, Roger Allam, Paul Bazely, Gemma Ward, Andrew Crayford y Derek Mears.
Música: Hans Zimmer.
Fotografía: Dariusz Wolski.
Montaje: David Brenner y Wyatt Smith.
Dirección artística: Tomas Voth.
Diseño de producción: John Myhre.
Estreno en Estados Unidos: 20 de mayo de 2011.
Estreno en España: 20 de mayo de 2011.

On stranger tides

Cuando se anunció el proceso de preproducción de una nueva entrega de la franquicia Piratas del Caribe sorprendió a todo el mundo. La secuela, contada en dos películas, no termino de convencer al gran público y, aunque, Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto funciono realmente bien en taquilla, Piratas del Caribe: En el fin del mundo apenas salvó los muebles. Por aquel entonces, cuando se revelo que se preparaba una nueva aventura de Jack Sparrow, el Universo Cinematográfico Marvel, consentido y auspiciado por Disney desde que la compañía de Mickey Mouse comprara Marvel Studios en 2009, marchaba viento en popa a toda vela pero la empresa afincada en Burbank buscaba un éxito para toda la familia que pudiera considerar propio en la nueva década. Lo intento con Alicia en el país de las maravillas, El Príncipe de Persia: Las Arenas del Tiempo, El Aprendiz de Brujo y Tron pero ninguna de estas cintas calaron lo suficiente como para convertirse en Marcas de éxito por derecho propio (aunque, como todos sabemos, el film basado en los textos de Lewis Carroll si llego a tener secuela en 2016). Con los datos económicos en mente los ejecutivos de la todopoderosa Disney, decidieron aparcar un camión cargado de dinero en la puerta de la casa de Johnny Depp confiando que el peculiar intérprete volviera a convertirse en el capitán pirata al que dio vida por primera vez en Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra. Para no jugar todas sus bazas en el “Star Power” de Depp, le volvieron a reunir con Penélope Cruz con la que compartió cartel en la siempre recomendable Blow (2001) de Ted Demme.

Tanto el actor como el actriz aceptaron el papel sin ni siquiera leer el guion aunque, todo sea dicho, Depp siempre estuvo dispuesto a realizar una cuarta (o tercera entrega, según se mire) por lo mucho que disfrutaba interpretando al Capitán Jack Sparrow. Sin embargo no pudieron (o no quisieron) contar con Gore Verbinski, cineasta responsable de las tres películas anteriores de la franquicia y que, el mismo año en el que llegó a los cines Piratas del Caribe: En mareas misteriosas, estrenaba el film de animación, Rango. ¿Quién le sustituyo? Pues Rob Marshall, director que por aquel entonces contaba en su haber con un dramón como es Memorias de una Geisha (2005) y los musicales Chicago (2002) y Nine (2009). La llamativa elección no dejo a nadie indiferente dado a que la producción de Marshall estaba en las antípodas al respecto del cine de aventuras para toda la familia. Tampoco repitieron Orlando Bloom y Keira Knightley, pero si lo hizo Kevin McNally y Geoffrey Rush por los mismos motivos que Johnny Depp. Sumaron al elenco al magnifico Ian McShane, el cual dio vida al famoso Barbanegra a pesar de su altura (supuestamente, el pirata al que Robert Maynard le corto la cabeza media casi dos metros de estatura). El guion volvió a correr a cargo de Ted Elliott y Terry Rossio aunque hay quien dice que la historia está basada íntegramente en novela de Tim Powers, En costas extrañas.

Movie Review – Piratas del Caribe: En mareas misteriosas

Con todo cerrado y sabedores de que Piratas del Caribe: En el fin del mundo apenas logró recuperar lo invertido, Disney bajo el presupuesto de la producción a 200 millones o 250 millones (según la fuente). ¿Y cuál fue el resultado? Pues una aventura entretenida y poco memorable en la que se daban cita algunos de los pocos tópicos piratas que no habían aparecido en las tres entradas anteriores en la franquicia. Más allá de la sobreactuación de Depp, Rush e incluso McShane (se nota lo estaban pasando bien) Penélope Cruz esta horrible. No sé si es porque llevamos toda la vida viéndola o porque a buena parte de sus compatriotas nos causa rechazo pero esta terrible en el papel de la hija de Barbanegra. En todo momento es Penélope Cruz disfrazada; No interpreta un pimiento y ahí esta plantada con su voz aguardentosa tratando de destacar en una producción en la que se embarcó única y exclusivamente por la exposición mediática y profesional que le daría el proyecto si este tenía éxito (que no lo tuvo, por cierto). Pero volviendo a los tópicos ¿a cuales me refiero? Pues a la exploración de una isla, a los Corsarios al servició de su majestad (interpretado este último por el desaparecido Richard Griffiths), al Imperio Español (terriblemente desaprovechados como villanos a mi juicio) con todo lo que ello conlleva y a criaturas marinas míticas como fueron, son y serán las sirenas.

El caso es que aun siendo divertida y siendo una de esas cintas en las que los factores positivos superan a los negativos se queda en calma chicha ya que nada resulta especialmente memorable. Como ya he mencionado el Imperio Español, como villanos, esta terriblemente mal aprovechado. La captura de la sirena queda reducida a una mera anécdota, la trama del religioso y la criatura marina (interpretada por una guapísima Astrid Bergès-Frisbey) tampoco importa demasiado, el cómo Barbanegra escapo a su destino y se convirtió en una suerte de hechicero vudú no es contado en ningún momento, los oficiales zombificados no mejoran a los hombres mar/pez de Davy Jones (aunque, una vez más, el diseño de producción para con estos marinos es excepcional), el destino de los marinos leales a la corona comandados por Barbossa tampoco es revelado y, en general, en toda la trama hay agujeros de guion como puños que trasmiten una sensación de inconsistencia en la narración notable. Aun así, Piratas del Caribe: En mareas misteriosas tiene todos esos elementos románticos reconocibles en la literatura y cine de aventuras. El ritmo es endiablado, el humor funciona y aunque no sea especialmente inolvidable el conjunto es un acertado esfuerzo de espectacularidad y ganas de entretener. En España tampoco funciono demasiado bien (pasaron por las salas un total de 2.746.217 espectadores, entre los que me pueden incluir) y por su fracaso a nivel global es la menos recordada de la franquicia, pero aun así bien vale una tarde.

Curiosidades:

Jerry Bruckheimer dio instrucciones estrictas a los directores de casting de que las actrices que adicionaran para los papeles de sirena debían tener pechos naturales.
Penélope Cruz estuvo embarazada durante toda la producción, pero no se percibió hasta septiembre de 2010. Al crecer el vientre de Penélope, causó dificultades en el vestuario, por lo que los productores contactaron con Mónica Cruz para que la doblara en los planos a larga distancia.
Johnny Depp compró chaquetas impermeables para quinientos miembros del equipo de producción. Gastó un total de 64.200 dólares de su propio bolsillo.
La única película de la franquicia Piratas del Caribe que, hasta la fecha, no ha recibido ninguna nominación a los Oscar.
La venganza de la Reina Ana, el barco de Barbanegra, es en realidad La Perla Negra modificada.
El providence (barco de Barbossa), se trata en realidad del H.M.S. Surprise, un buque que forma parte de la colección de barcos del Museo Marítimo de San Diego.
Se barajó la posibilidad de ofrecer el papel de Barbanegra a Alfred Molina.
Fue la primera película de la franquicia Piratas del Caribe que no fue filmada en 35mm.
Durante el rodaje en Londres, un espontaneo disfrazado de manera tan convincente como Jack Sparrow se paseó por el set de rodaje sin que nadie le detuviera.
Mientras rodaban en Londres una niña le mando una carta a Johnny Depp en el que le pedía que le ayudara, a ella y a sus compañeros de clase, a amotinarse contra sus profesores. Depp se presentó en el colegio caracterizado como Jack Sparrow para aconsejarles ir en contra de los motines.