Moviéndome con unas new balance

Todas las celebrities de pueblo sueñan con un 2.55 de Chanel, unos Louboutin, un vestido de Dior... Las personas normales, que vamos contracorriente de modas absurdas y obsoletas, preferimos adquirir productos que nos llamen estéticamente, que nos queden bien y que sobretodo sepamos el porqué los llevamos. En definitiva, valoramos otros aspectos fuera de lo superficial. Superficial como comprar un articulo porqué lo lleve una petarda fuckshion victim de un blog o porqué se lo ponga el cantante del momento.

Las zapatillas New Balance, en concreto las 420, son súper cómodas y lo que más me gusta es ese aspecto usado y viejo, con solera, que desprende al ponértelas. Las zapatillas retro running son perfectas para un look sport, pero también aportan un punto divertido si las llevas con algo más formal.  En 1906, en Boston, William J. Riley tuvo una visión. Este camarero y zapatero se fijó en los tres puntos de apoyo que emplean los pollos para conseguir un balance y equilibrio perfectos y a partir de ahí desarrolló una serie de ‘soportes en arco’ destinados a aliviar los dolores de pie de la clase obrera americana. Así apareció el nombre de "New Balance" La primera zapatilla de running llegó en 1930. Se creó para el club Boston Brown Bag Harriers y se confeccionó en piel de canguro. Pero no fue hasta 1953 cuando apareció el primero modelo realmente moderno de New Balance, ‘Trackster’, con suela ondulada y varias anchuras de pie. Todavía hoy fabrican con tallaje ajustado que va desde el 2E (o X-Narrow) hasta el 6E. Jim Davis compró un par de Tracksters en 1971 y acabó comprando la compañía un año después.
Davis es el responsable del logo con el que todo el mundo reconoce a las New Balance. Con él llegó el reconocimiento de la mejor zapatilla según la revista Runner’s World Magazine, que disparó las ventas del modelo 320.
Y él también fue el responsable de que se superara la barrera de los 100 dólares por una zapatilla. Fue con la 990, creada en 1982.

¿Sabéis lo mejor de esta compañía? New Balance presume con orgullo de seguir produciendo una línea completa de calzado tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido. Como decían sus anuncios: "Si podemos hacer magníficas zapatillas en América, ¿por qué nuestra competencia no puede?". Valoremos de una vez el trabajo artesanal y démosle una patada en el culo a los empresas que fabrican en países donde explotan a niños y sus trabajadores están en unas pésimas condiciones laborales e higiénicas.  Quien lleve New Balance una vez, las llevará siempre...