
Uno de los laterales del ascensor del edificio que habito vuelve a convertirse en tablón de anuncios donde los vecinos exponen abiertamente sus cuitas. Si hace unas semanas se trataba de un anónimo orinador el que traía a mal traer a nuestro abnegado Presidente, es en esta ocasión una madre la que viendo en peligro la vida de sus hijos y de sus enseres avisa de los malos comportamientos de algún habitante de las plantas altas.El llamamiento angustioso de esta mujer hace que nos solidaricemos con ella y olvidemos de inmediato las carencias de buena sintaxis y puntuación de que muestra su mensaje..
