por Stepienybarno
Se ha hablado mucho, y bien, sobre el tema de las smart cities; sin ir más lejos, en esta misma publicación digital ya hay varios artículos excelentes al respecto. Por ello, con el siguiente texto desde Stepienybarno no quisiéramos dar una visión general de la jugada, sino focalizar en uno de los puntos que debieran ser claves para el funcionamiento de cualquier ciudad, sea smart o no: la movilidad sostenible.
El problema de la movilidad es uno de los frentes que consideramos más importantes a la hora de aspirar a ciudades más sanas y habitables. Sin embargo, muchas veces, quizás por su aparente obviedad, se pasa por él de puntillas, sin darle la trascendencia que tiene. A su vez, es un tema que nos interesa especialmente, porque creemos que, si se atacase de manera seria y comprometida nuestras urbes rápidamente mejorarían; no se trata de extrañas disquisiciones sobre complejos temas de la ciudad, que, estando muy bien hacerlas, son de más difícil implantación.
Así que, poniendo esto por delante, no estaría de más preguntarnos ¿qué posibilidades que nos brindan, estas ya famosas smart cities respecto al tema de la movilidad? pues ocurre que se nos presenta como solución al problema la sustitución del coche de toda la vida por el vehículo privado eléctrico. Es decir, que si quitamos nuestros contaminantes coches del medio y los sustituimos por los eléctricos parece que el problema se acabó (nadie habla de un cambio de raíz; de una nueva forma de entender la movilidad). Y se acabó… ¡Según se mire! De momento, generamos una cantidad ingente de chatarra que a pocos les preocupa dónde acabará y los nuevos vehículos eléctricos, supuestamente «supersostenibles», habrán contaminado de lo lindo en su fabricación; pero claro, lo habrán hecho en algún país lejano que tampoco importa tanto.
Pero vayamos por partes, una cosa es la huella ecológica y otra la contaminación, ¿no? Así que, desde las smart cities, nos cuentan que nuestros cielos, por fin, quedarán limpios y podremos ver el tan ansiado azul celeste. Pero, este planteamiento tiene truco. ¿De dónde viene la energía? Según los nuevos planteamientos inteligentes el usuario será el generador de la energía; sí, pero no, como diría un buen amigo nuestro. Para cuando esto sea cierto habrá llovido demasiado y esta lluvia seguirá siendo sucia, muy sucia, porque nadie habrá garantizado que la electricidad que consumen estos vehículos provenga de fuentes de energía limpias.
Sobre este tema, suele incidir nuestro admirado José Fariña, afirmando que, «muy al contrario, la energía se importará de lugares lejanos que seguirán consumiendo recursos fósiles con los que generar nuestra “limpia” electricidad». De esta forma, aparentemente nuestras ciudades estarán más limpias, pero, básicamente, «habremos desplazado el problema de un lugar a otro». Ya sabéis, ojos que no ven, corazón que no siente.
Por lo tanto, con todo ello encima de la mesa ¿qué se puede hacer para tener una verdadera movilidad sostenible? En fin, ¡ya nos contareis vosotros cómo lo veis!
Stepienybarno es un estudio de arquitectura que fundamenta su
actividad en tres pilares básicos: la redacción de proyectos, la investigación
y la difusión y comunicación de arquitectura en la red.
http://www.stepienybarno.es/blog/
Créditos de las imágenes:
Imagen 1: Coche eléctrico «repostando» en Londres (fuente: http://bloglemu.blogspot.com.es).
Imagen 2: Señal de punto de recarga para coches eléctricos (fuente:
http://twenergy.com).
Revista Arquitectura
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