.Vivimos en un tiempo en que cada vez se compran menos ordenadores portátiles, y no digamos sobre mesas. Hace unas semanas, me quedé un poco sorprendido de que una amiga me asegurase no tener ningún tipo de equipo informático más que el móvil. ¿De verdad es posible solo tener móvil y no utilizar un ordenador nunca?
Tras pensar en ello llegué a la conclusión de que esta debe ser la tónica general hoy en día: personas cuyo “ordenador” principal, y único en ocasiones, es el móvil o la tablet. Un movimiento inevitable hacia la llamada “movilidad”. Pero, ¿qué implica ésto? ¿Podemos vivir “sólo con el móvil”?
El consumo de la información vs. la profesión del informático
Desde mi punto de vista es increíble que haya alguien capaz de sustituir totalmente el ordenador, con toda su comodidad y su versatilidad, por un teléfono móvil. Por supuesto que tengo móvil, y tablet, pero no creo que pueda algún día dejar mi ordenador a un lado.
Estos dispositivos son, para mí, únicamente un complemento que me permita seguir estando conectado fuera de casa, o consultar algunas cosas sin necesidad de encender el equipo, desde la cama o en el sofá del salón.
Sin embargo, otras personas, ven el uso del ordenador como algo arcaico, o, quizás innecesario, dado que el móvil les responde perfectamente en sus necesidades. ¿Qué cambian entre mi amiga y un servidor? ¿Por qué ella es capaz y yo no?
La respuesta a estas preguntas es simple: el tipo de uso. Mi amiga es, mayormente, una consumidora de contenidos: consultas de perfiles sociales, comentarios a los amigos, búsquedas en Internet, subida de algunas fotos hechas siempre con el propio móvil, etc. Si embargo, yo, soy programador. Un móvil o una tablet, por su propia definición, no se presta a las tareas de la programación. Por otro lado, hago fotos con una cámara réflex, lo cual me obliga a descargarlas en un equipo, procesarlas, si procede, y después ya subirlas o lo que sea. Otra tarea para la que un dispositivo como una tablet o un móvil no son precisamente adecuados.
Por no hablar de la potencia. No solo es que su interfaz de usuario sea inapropiada, sino que no es lo mismo un procesador para un móvil que para un ordenador. Un quad-core de móvil (o tablet), no es lo mismo que un dual-core de un portátil o sobremesa. Debemos tener en cuenta que estos dispositivos pequeños no tienen el espacio disponible en los ordenadores para colocar potentes sistemas de refrigeración, por lo cual, por su propia definición, están diseñados para que no se calienten. El modo de lograr ésto es bajar el número de ciclos, y por tanto su potencia (entre muchas otras medidas).
Dicha potencia es adecuada para disfrutar de los juegos disponibles, para leer el correo electrónico, navegar por Internet, usar el GPS, sacar fotos sencillas, etc. Sin embargo, programar un código y tener que compilarlo, es una labor que lleva mucho más proceso, y por lo tanto requiere de más potencia. Similar sucede con la memoria RAM en cuanto a cantidad más que potencia.
En cuanto a las fotos, como ya he comentado poseo una cámara réflex. A pesar de la existencia de las aplicaciones especializadas en la edición y retoque de fotografías, no es posible descargar las fotos de ésta cámara directamente en el smartphone o tablet. Por lo tanto el ordenador se convierte, una vez más en algo imprescindible para mis funciones.
Movilidad, la infinidad de posibilidades de la informática
En el momento en que aparecieron los smartphone, y las tablets después, he de confesar que me mostré muy escéptico en cuanto su la utilidad y necesidad. Sin embargo, cuando empecé a utilizar el primero (uno heredado), pude ver con mis propios ojos cómo se abría ante mí un mundo de posibilidades.
Con relativa rapidez adquirí un smartphone algo mejor, pues sentía que podía hacer muchas más cosas de las que este móvil me permitía. Hoy, he llegado al punto de que el smartphone es una extensión más, que sin ser adicto, se ha convertido en un ‘must’ para mí. Me aficioné rápidamente al mundo Android y todo lo que le rodean, empezando a seguir en mi RSS a varios blog que hablaban del tema para descubrir todo.
El móvil me permite orientarme con el GPS, tener una conexión constante con familiares y amigos (de agradecer viviendo en el extranjero), sacar una foto en cualquier momento (no siempre llevo mi cámara réflex conmigo), tomar una nota rápida, buscar una palabra y traducirla, etc.
Posteriormente he adquirido una tablet, la cual me es menos necesaria (no creo que lo sea tanto como el smartphone nunca). Sin embargo, es un complemento más que, para navegar por Internet y algunas otras funciones, me viene muy bien gracias a las pulgadas extra.
Los contras del móvil y los peligros de darlo todo a la movilidad
Sin embargo, por muy necesario que sea el móvil para mí, dudo que lo transforme en mi equipo principal. En corto y medio plazo al menos. Para mí se trata de una extensión de mi equipo cuando salgo de casa o cuando no lo tengo encendido, pero hay trabajo que no hago con el teléfono y simplemente lo anoto con él para hacerlo cuando esté delante del PC.
Además, tener los datos en el PC, sincronizando en la nube algunas cosas, y otras en el disco externo, me da bastante seguridad de que no voy a perder mis datos.
El móvil, lo llevas a la calle, a la playa, al campo, al supermercado, a los conciertos, etc. Todas esas situaciones podemos considerarlas de “alto riesgo”, pues nuestro móvil está expuesto a agua, suciedad, robos, caídas, golpes, olvidos…
Si lo tienes ‘todo’ en el móvil, la pérdida será grande. Para ello, mi consejo, es que tengas algún sistema de recuperación remota, tal como Android Lost o Android Device Manager para recuperar los datos o tratar de encontrar el dispositivo en caso de pérdida. La segunda es algo más limitada en funciones, y no puede recuperar tus datos, pero en la mayor parte de las cosas seguro que las tendrás en “la nube”, por lo que lo importante será borrarlo para que nadie acceda a esos datos.
Conclusiones
Como vengo diciendo el móvil es un dispositivo muy completo hoy en día. Permite funciones que no tenemos en el PC, pero también carece de algunas cosas que sí tiene el PC.
Debido al avance que ha tenido ésta tecnología, para muchos, el PC ha dejado de ser necesario. Sin embargo, si vas a tener únicamente un smartphone y/o tablet, asegúrate de tomar ciertas medidas de seguridad con tus datos:
- Mantén el móvil bloqueado con una contraseña o pin ( es más seguro que el patrón).
- Sincroniza todo lo que puedas en servicios en la nube (Google Drive, Google Fotos, Contactos…). Así evitarás perder el acceso a esos datos junto al dispositivo.
- Instala una aplicación de recuperación remota que te permita controlar, bloquear y borrar el móvil a distancia. Así evitaras que posibles ladrones o persona que se encuentren tu smartphone accedan a los datos. Si lo borras y después lo recuperas, siempre podrás reinstalar todo sin problema alguno.
¿Tenéis todavía un PC en casa? ¿Hacéis toda vuestra ‘vida digital’ exclusivamente desde dispositivos móviles? ¿Tomáis las medidas de seguridad básicas con vuestros datos?
El artículo Movilidad y la muerte del escritorio apareció por primera vez en Instinto Binario.