Netflix me ha puesto un anuncio en bucle en el que sale Amy Poehler así que le he dado al play y me he puesto a ver Moxie (Amy Poehler, 2021).
Esta comedia dramática es una típica historia de instituto en la que Vivian (Hudley Robinson) intenta descubrir qué le apasiona en la vida. Su nueva amiga Lucy (Alycia Pascual-Peña), el pasado rebelde de su madre Lisa (Amy Poehler) y el constante comportamiento abusivo del guapo y repugnante capitán del equipo de fútbol (Mitchel, interpretado por Patrick Schwarzenegger*) la ayudarán a darse cuenta de que el rampante machismo que ve a diario podría ser su causa, y así empieza en secreto una revista feminista clandestina que pronto sumirá al instituto en una revolución.
Lo primero que me ha llamado la atención es que el sexismo que se muestra en un instituto de 2020 es exactamente el mismo que viví yo hace veinte años, cosa que me resulta un poco deprimente. Hasta el escombro al que da vida Schwarzenegger se parece físicamente al tío que me acosó sexualmente a mí en el colegio -y que por cierto no me dejó en paz hasta que no recurrí a la violencia física-.
Por otra parte, algo que -si esta película refleja en algo la realidad- sí parece haber cambiado es el maltrato de unas mujeres a otras. Cuando yo era muy joven era muy habitual que otra chica te dijera que ibas vestida como una puta, o que Fulanita le había levantado el novio a Menganita o que qué hacías calentando a no sé quién. Yo fui una de esas chicas lamentables en más de una ocasión así que tampoco estoy para quejarme mucho, pero el caso es que en Moxie no hay rastro de esa toxicidad provocada por mujeres odiando a otras mujeres por cosas que no tienen sentido.
También hay algún aspecto negativo; los personajes son bastante planos y estereotípicos y aunque algunos sufren cierta evolución, en general es todo un poco "la rebelde", "el chico malísimo", "el chico buenísimo" y así. En particular la directora del centro (Shelly, interpretada por Marcia Gay Harden) es tan exagerada lavándose las manos y hasta incentivando el evidente acoso que sufren sus alumnas que su papel resulta un poco ridículo. Otros secundarios sin embargo son más sutiles y aportan más al guión, como la madre de Vivian, que apoya a su hija pero sin dar la chapa, o el profesor (Mr. Davies, interpretado por Ike Barinholtz), que no tiene mal fondo pero tampoco se atreve a hacer gran cosa para ayudar.
En resumen, Moxie es ligera pero más densa de lo que aparenta en un principio, con un buen reparto y una historia entretenida que nos recuerda la importancia de encontrar personas que luchen por las mismas cosas que nosotros, de plantar cara cuando alguien está siendo un cerdo aunque no nos afecte directamente, y de que si luchas por algo es importante que tu causa no acabe absorbiendo tu vida y te tenga todo el día cabreado por todo. Y además nos recuerda que algunos hombres son gente decente, que tampoco está de más. Me ha gustado. La recomiendo.
* Sí, Patrick Schwarzenegger es hijo de Arnold, lo he buscado.