Revista África

Mozambique. La revuelta del pan

Por En Clave De África

(JCR)
Acaba de terminar una semana de protestas callejeras en las principales ciudades de Mozambique que han dejado 14 muertos, un montón de heridos y 400 detenidos por la policía. La razón de estas revueltas ha sido un paquete de medidas económicas del gobierno entre las que se incluían planes de retirar los subsidios para la producción del pan, que han hecho subir el precio de este alimento en un 30 por ciento, además de nuevas subidas de la electricidad, el agua y los combustibles. Aquí en España, las medidas económicas de nuestro gobierno también provocan protestas y polémicas, pero sin que la sangre llegue al río. Y es que la diferencia entre España y cualquier país africano es que aquí la crisis empezó hace pocos años mientras que allí están en crisis siempre.

Por muy mal que vayan las cosas en España (y para mucha gente las cosas van fatal), aquí seguimos teniendo sanidad y educación gratuitas y uno tiene derecho a cobrar el paro si pierde su puesto de trabajo. En África, donde una madre con su hijo enfermo de malaria tiene que caminar 20 kilómetros para llegar al ambulatorio más cercano y sin estar segura de que allí habrá medicamentos, estas cosas son impensables.

Pero volvamos a Mozambique. Allí el gobierno no ha tenido más remedio que dar marcha atrás y prometer que va a volver a conceder los subsidios para que la barra de pan no cueste más cara. Para un policía mozambiqueño, que gana 40 dólares al mes y emplea la mitad de su sueldo en pagar la electricidad de la habitación que alquila en cualquier barriada miserable, esto es una buena noticia. Mozambique no es uno de los peores países de África, sobre todo desde que se firmó la paz entre el gobierno del FRELIMO y la guerrilla de la RENAMO en 1992 tras 16 años de guerra. En el país hay inversiones, crecimiento económico (además de una paz duradera, que no es poco) y el gobierno ha conseguido bajar la inflación del 70 al 10 por ciento. Pero tiene un problema que cada vez es más común en toda África: la dependencia de alimentos del extranjero. En Senegal, por ejemplo, donde el arroz es la comida básica de la población, el país tiene que importar el 80 por ciento de lo que consume de Vietnam. En Mozambique tienen que importar el trigo de Rusia, pero con la sequía es estos últimos meses las reservas mundiales de trigo han disminuido y el precio de este alimento se ha encarecido.

Tal vez no sea una mala idea lo que el gobierno ha propuesto: proponer a los panaderos que mezclen la harina de trigo con harina de mandioca, que es barata y se produce abundantemente en el país. En muchos países africanos ya se hace así y el resultado es un pan o unas tortas de sabor no muy allá, pero que por lo menos llenan el estómago, que nunca nos está de más recordar que sigue siendo el problema número uno para la mayor parte de la gente que vive en África.


Volver a la Portada de Logo Paperblog