Mr Frank tiene lo mejor de cada casa. O mejor, de cada país por el que ha viajado Paco Ramos, su propietario. Fruto de su experiencia de 17 años trabajando fuera de España, con altas responsabilidades en establecimientos hoteleros, el verdadero Mr Frank sabe que lo que se aprecia en una mesa son las buenas materias primas elaboradas de manera original pero sin alharacas raras. Y también sabe que el ambiente es fundamental para convertir una cena en toda una experiencia. El restaurante Mr Frank, justo detrás del Congreso de los Diputados, conecta con sus clientes en todos los sentidos y eso lo convierte en un imprescindible.
La energía de Paco es arrolladora. Al estilo americano, cuida de cada detalle, da la bienvenida, se ocupa de los postres y despide personalmente a todos los clientes. Tiene todo el restaurante en la cabeza, la carta, la materia prima, la decoración mientras bullen otros proyectos que me relata mientras comemos. Paco quiere convertir Mr Frank en “un destino”. “Esta zona es complicada pero queremos que la gente venga a buscarnos. Les damos razones para venir”, me cuenta.
Una preciosa lámpara, de la empresa española PetLamp, recibe al visitante. La decoración, obra de Alejandra y Patricia Pombo, mantiene la intención del restaurante, combinando elementos tradicionales pero con un giro. La planta baja, reservada para eventos y grupos, mantiene la cava tradicional del siglo XIX. En ella, domina una enorme mesa que perteneció a la antigua maternidad de O’Donell y se acompaña de maderas, baldosas hidráulicas y metal. La planta de arriba, donde opera el restaurante, recoge el espíritu de la cava con la creación de tres bóvedas falsas de palés. El giro, el ritmo viene cuando descubres que no son iguales entre sí ni simétricas. Cabezas de toro de mimbre, muebles antiguos y mucho elemento natural completan el salón.
En la carta nueva de Mr Frank, encontramos platos como ceviche, tataki, platos griegos pero con un guiño a las nuevas tendencias de la cocina actual. Como comenta Alberto, uno de los camareros, “para comer un ceviche tradicional, te vas a un peruano. Aquí le damos un toque muy original, personal”. ¡Menudo toque!
El pulpo a la brasa sigue estando en la nueva carta. ¿Se puede mejorar un pulpo gallego al estilo tradicional? Sí. En Mr Frank lo hacen y es sorprendente cómo dejan por fuera una textura medio crujiente y por dentro el pulpo está en su punto. Además, cambian las típicas patatas que lo acompañan por un puré cremoso. Una delicia. Los langostinos Saganaki son una receta griega porque la mujer de Paco es de allí. Nos los presentan sobre una cama de salsa de tomate con queso feta fundido y reducción de ouzo (licor anisado de origen griego). Vienen pelados pero con cabeza. Te vas a rechupetear los dedos. Los platos son perfectos para compartir.
Pero la auténtica “conexión emocional” con Mr Frank llega con la combinación de elementos decorativos, gastronómicos y el ambiente que Paco genera a través de la luz, la música y el buen ambiente. Dan ganas de divertirse en Mr Frank, de quedar con amigos y compartir una mesa, un vino y unas risas. ¿Nos acercamos?
Los datos: Mr Frank. Calle Jovellanos, 6. Horario: de lunes a jueves, de 13:30 a 17 y de 20.30 a 23:30. Hasta las 02:30 el fin de semana. Cerrado los domingos. Precio medio: 25-30€, menú de mediodía, 12,5€. Más información en su web.
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