El pobre de Guy Pearce hace lo que puede, tomándose en serio su trabajo, consiguiendo un protagonista carismático y hasta cierto punto divertido; pero si ni el guión, ni la realización, ni el resto de actores acompañan, es imposible que un sólo tío sostenga una película. Y con el tramo final tan sumamente espantoso que nos regalan la dupla de directores, acaban de hundir el film.
Mi Puntuación: 4.7