Lugar: Sala Boite Live. Madrid
Fecha: 30 enero 2014
Asistencia: 300 personas
Artistas Invitados: -
Precio: Desde 8 euros
Músicos: Martí Perarnau, Víctor Cabezuelo, Miguel de Lucas, Carlos Pinto
Setlist: En la base de la montaña, Motores, El lustroso alarido, La casa en Pie, El sitio incorrecto, Las plantas, Como si no hubiera mañana, La larga risa del emperador, Level (The Raconteurs), Más feliz sin televisión, La primera luz del día, Grupo revelación, Sal de la Tierra
El azote beatle de La Mancha
Si el Ingenioso George Harrison de La Mancha levantara la cabeza seguiría viendo gilipollas por doquiera, bella doncella, y sintiendo esa violenta necesidad intrínseca tan suya de combatir contra los molinos, pero al menos podría dar rienda suelta a sus devastadores impulsos mientras se excita progresivamente más y más, mucho, escuchando a Mucho, durante un tiempo imposible de determinar concretamente. Pero sin duda mucho.
Tal vez setenta minutos le fueran suficientes, exactamente el minutaje del concierto que la banda afincada en Toledo ofreció este jueves en una abarrotada Sala Boite Live, en el corazón mismo de la ciudad, donde cualquier parecido con los paisajes manchegos es purita quimera, aunque posible en realidad gracias al poder evocador de la música.
Un recital centrado básicamente en las canciones del segundo largo de la banda, 'El Apocalipsis según Mucho', aderezado con apenas un tema de su debut, y otro par de composiciones de su recentísimo EP 'Grupo Revelación'. Una velada exitosa a grandes rasgos, victoriosa ya de antemano por colgar el feliz cartel de entradas agotadas, y en la que las canciones siempre elegantes de Mucho se encargaron de corroborar el inapelable triunfo, no por anunciado menos sabroso.
Y eso que el recital comenzó algo frío. Un anónimo asistente aprovecha estos primeros compases para confesar que ha intentado escuchar al grupo para hacer los deberes, pero no ha sido capaz de aguantar más de media decena de canciones. Sin embargo, le bastan tres en vivo para pedir disculpas y asegurar, con cierto gesto de sorpresa y un reiterado asentimiento cervical, que la realidad supera a la ficción y que lo que acontece en el escenario sí le convence.
Eso sí, tanto él como el que escribe, y alguno más que pasaba por allí, coincidamos en que se echa en falta algo. Humm... ¿qué es? No sé no sé. ¡Ah sí, mala hostia! El cónclave asiente de nuevo añorando tal vez eso, más distorsión, más salvajismo, pero ay, esa tampoco es en realidad la misión en la tierra de esta banda que ofrece toneladas de elegancia y de clase, y que se preocupa de cuidar tanto los estribillos como los desarrollos instrumentales que les emparentan por la vía rápida con los Beatles más progresivos y alucinógenos.
Lo cierto es que cuando la maquinaria coge velocidad se hace con el control de la noche aparentando una facilidad que no es tal, pues se nota que las canciones están trabajadas hasta el detalle. Temas como la 'bunburiana' 'El Sitio Incorrecto' o las musculosas 'El lustroso alarido' y 'Más feliz sin televisión' caldean al personal a base de bien, igual que esa versión de The Raconteurs que responde al nombre de 'Level'.
En el tramo final el grupo presenta un par de canciones de su mencionado reciente EP antes de chapar el chiringo con 'Sal de la Tierra', un tema que sirve de perfecto resumen a una velada de combate entre el pop luminoso de felices estribillos tontorrones y juguetones desarrollos instrumentales dignos del rock progresivo más clásico. Mucha tela que cortar para una de las bandas más distinguidas y ambiciosas de la independencia patria, de la que cabe esperar no pocas noches toledanas en el futuro inmediato. ¡Por el Ingenioso George Harrison de La Mancha!