Imagen: Pauline Mak (Flickr)
Las nueces me encantan y son uno de esos alimentos que, dependiendo de cómo lo combines, obtienes sabores y texturas distintas; puedes ponerlas en ensaladas, yogures, cereales y mil y un platos. Puedes dejar volar tu lado creativo en la cocina…
Es sin duda un alimento genial para utilizar. Además si todavía no te habías enterado, este gran alimento tiene unos beneficios impresionantes.
Las nueces aportan una gran fuente de omega -3, arginina, vitamina E, fibra y minerales como Zinc, Magnesio, Cobre, entre otros.
Recuerdo que en el año 2003, cuando estudiaba nutrición en la Uni, trabajé un verano en la cocina de investigación de un proyecto llevado a cargo por la Dra. Penny Kris-Etherton, una científica que ha dedicado muchos años a estudiar si el consumo de nueces afecta los perfiles lipídicos en personas con problemas de corazón.
Ahora se sabe que las nueces contienen las llamadas grasas “buenas”, ácidos grasos omega-3, ayudan a disminuir la prevalencia de enfermedades cardiovasculares, y a reducir el colesterol y los niveles de triglicéridos en la sangre. Asimismo ayudan a controlar condiciones inflamatorias como la artritis.
La arginina es un aminoácido que ayuda a prevenir la formación de coágulos en las arterias, y ayuda a su relajación.
La fibra es la que nos ayuda a regularizarnos si tenemos problemas de estreñimiento y mantener un colon saludable, reduciendo los riesgos de padecer diverticulitis y hemorroides.
La vitamina E es un potente antioxidante, esencial para mantener un sistema inmune saludable, ayudando a reparar el ADN y otros procesos metabólicos.
Un artículo de investigación muy interesante que leído recientemente, comenta que las nueces pueden también tener un beneficio para las parejas que están pensando en tener hijos. En la universidad UCLA de Los Angeles se ha estudiado el efecto que tienen las nueces en la calidad de los espermatozoides de los hombres.
Se encontró que los hombres que comieron 75 gramos de nueces por 12 semanas “experimentaron una mejora en la vitalidad, motilidad, y morfología de los espermatozoides” versus los que siguieron su dieta regular sin consumir nueces. Esta mejora se la ha atribuido al ácido alfa linolenico (omega-3).
Otro estudio publicado en el Journal de Alzheirmer´s Disease comenta que una ingesta de nueces como parte de la dieta mediterránea, está ligado a una protección ante el declive de la función cerebral que ocurre con el envejecimiento.
La cantidad por ración recomendada es de 30-35 gramos, y aunque ya les he comentado todos los beneficios, lo único que tenemos que tener en cuenta es que son calórícas. Así que no hay que pasarse demasiado
Cuando llega el otoño preparo un postre súper sano y delicioso, con 2/3 manzanas tipo Granny Smith o peras tipo Williams.
Las corto en julianas y añado un poco de canela en polvo, ½ cucharadita de azúcar moreno (una pizca) y un puñadito de nueces, y las meto al horno a 180 grados Celsius durante unos 20-25 minutos.
¡Que lo disfrutéis!