Saltando al Futuro con Red
Las malas noticias al respecto, es que todavía la mayoría de los educadores profesionales, sesgados por la visión de sus respectivas especialidades de enseñanza, no tienen en claro si el “empoderamiento emprendedor” se tratara de una función didáctica que le atañe a “la escuela” y que, a nivel de las políticas de estado, se mezcla al “desarrollo local” con el “caudal electoral”: invertir en “desarrollo local”, sobre lo que produce votos para ganar poder.
El empoderamiento emprendedor individual, la animación de la cultura emprendedora regional e institucional, el desarrollo del espíritu emprendedor y la formación de emprendedores requieren inversiones a largo plazo. Las “inversiones a largo plazo”, en “política”, no siempre se aprecian como ventajosas porque consumen recursos que se pueden aplicar a la obtención de resultados inmediatos (aunque no resulten “sustentables”); por ejemplo: las subvenciones resultan políticamente más redituables que la educación.
Sobran desempleados, faltan emprendedores
Ahora que se están extinguiendo “las subvenciones”, nos damos cuenta lo dramático que ha resultado no cuidar la calidad y la capacidad de innovar en educación. Nos sobran “desempleados” y nos faltan “emprendedores”.
Estoy preparando un Seminario de formación para facilitadores que estimulen competencias y comportamientos emprendedores en estudiantes de nivel medio, para el Instituto de Bachillerato de la Universidad UPAEP (Puebla, México), que comenzaré a impartir a mediados del próximo abril utilizando nuestra plataforma online.
Los destinatarios serán un grupo profesores del Bachillerato y de la Universidad, seleccionados por el “Programa de Emprendedores” de la UPAEP para que además de diseñar e implementar intervenciones de animación de la cultura emprendedora entre los estudiantes del Bachillerato, diseminen la competencias didácticas del Emprendedorismo (como intervención sistémica en el plan de estudios) entre sus colegas docentes.
El primer contacto con “el cliente”, ha sido su demanda para que yo les provea una guía didáctica para su “Programa Emprendedor” con actividades para los estudiantes.
Mi respuesta ha sido: si no se trabaja primero estimulando y fortaleciendo el espíritu emprendedor de los educadores, ustedes van a pagarme por algo que no les será útil para los estudiantes.
El Seminario tiene como propósito general formar y ejercitar competencias didácticas para facilitar el aprendizaje del Emprendedorismo en estudiantes del nivel medio de enseñanza (colectivo etario comprendido entre los 15 y 18 años de edad).
La metodología consiste en discutir semanalmente, mediante videoconferencias interactivas, una secuencia de contenidos que se distribuyen progresivamente; sintéticamente: 1) los rasgos institucionales necesarios para estimular competencias emprendedoras, 2) la naturaleza de la visión a corto plazo de los adolescentes que les dificulta verse a sí mismos proyectados en el futuro que desean lograr a largo plazo, y 3) las estrategias más convenientes para enlazar y conciliar a los estilos de aprendizaje de los adolescentes con los encuadres estructurados por la educación formal.
Partimos de las hipótesis que la institución “escuela” es resistente al cambio y que los educadores están apoltronados en un sistema que no se implica en profundizar el desarrollo de los intereses vocacionales de sus estudiantes.
Buscaremos modelos alternativos para la educación formal “al uso”, como el aprovechamiento en el aula de las competencias que los adolescentes ya poseen (muchas veces mejor desarrolladas que las de sus profesores) para desenvolverse en el entorno de múltiples tipos y estilos de relaciones sociales a través de los sistemas de social-media. Es decir, hacer de “la red” un complemento útil para realizar experiencias de aprendizaje más atractivas para los adolescentes y útiles para su comunidad.
En el Seminario se han de analizar tres tipos diferentes de “formadores”: a) los “conectores” entre conocimientos y oportunidades del entorno sociocultural; b) los “mediadores” entre el talante y el talento de los estudiantes; y c) los “facilitadores” que suministran información clave para tomar decisiones y guían, como mentores, los procesos de aprendizaje y práctica de nuevas competencias.
Toda esta actividad se apoya en el axioma en que los 10 o 10.000 estudiantes de “una escuela” (en cualquier nivel de la enseñanza y territorio físico o virtual) son personas diferentes entre sí, que no aprenden lo mismo, de la misma manera, todos al mismo tiempo. Existen diferencias sustantivas que condicionan el aprendizaje: los motivos, los intereses, las habilidades adquiridas y las creencias subjetivas de cada individuo.
Esto es lo que ofrecemos realizar; dicho con una analogía, comprender y ejercitar ¿cómo transformar a los limones, en limonada?
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