Christine McVie, cantante, pianista y brillante compositora
Casi cada semana se tiene noticia de la muerte de algún protagonista de la historia del rock. Es lógico, puesto que los que han sido significativos, los quehan dejado su huella, los que ya tienen su nombre y sus canciones en las páginas del libro del rock, suelen ser muy añosos. La brillante compositora y cantante Christine McVie (de soltera Perfect) dejó este mundo hace un par de días con 79 años, que no son tantos
Uno de los grupos con más cantidad de éxitos, con cifras de ventas más elevadas y con canciones que nunca dejan de sonar por muchos años que pasen es Fleetwod Mac. Christine McVie era cantante, pianista y, sobre todo, autora de algunos de los títulos emblemáticos de la banda. Se unió al grupo en 1970, aunque más como colaboradora que como integrante, pero poco a poco se convirtió en uno de sus componentes más productivos, más brillantes y con más talento para la composición. De hecho, en todos los discos de la banda aparecen sus canciones, algunas de las cuales son auténticas obras maestras del pop-rock, melodías inspiradísimas que nunca pierden encanto y que fueron (son) grandes éxitos del grupo.
Uno de los títulos de bandera de los Fleetwood es ‘Don´t stop’ (1977), escrito por Christine con su delicado gusto para construir melodías (casi siempre sustentada e impulsada por su piano) y esa atención al juego coros-solista. El resultado es irresistible, potentísimo, como se demostró en su momento y como demuestra la reacción del oyente de hoy al sonar los primeros compases. El texto va de dejar atrás lo pasado, especialmente al que fuera su marido Jhon McVie, fundador del grupo, el cual siempre estaba incómodo cuando la tenía que tocar y hacer los coros porque sabía que se refería a sí mismo; de todos modos él bromeaba diciendo que no sabía que el tema hablaba de él.
‘You make loving fun’ (1987) fue el tercer sencillo del álbum ‘Rumours’, el cual ya estaba en vías de ser un superventas de todos los tiempos. La letra habla de lo fabulosa que es la aventura que Christine estaba viviendo con un miembro del personal de gira del grupo (un técnico de iluminación), algo que seguramente no le parecía demasiado bien al bajista, su ex John McVie. “Conociendo a John, seguramente pensó que la canción hablaba de uno de los perros de Chhristine”, contaba divertido Mick Fleetwood.
Aunque su sonido, arreglo y producción son muy propios de los años ochenta, la exquisita ‘Everywhere’ (1987) no ha perdido la virtud de llamar la atención tantos años después. Nuevamente cuenta con una melodía cautivadora, unos coros magníficos y un adorno muy original, elegante, sofisticado. Habla de lo que supone enamorarse de repente, vertiginosamente, tanto que todoslos que te rodean se preguntan qué te pasa.
Igual que la anterior, ‘Little lies’ (1987) destaca por su producción estilosa y atractiva y, siempre, por su primorosa melodía. Es puro pop, pero también se agradecen sus tonos rock. Viene a decir que, a veces, las mentirijillas resultan ser mejores que la verdad: “Dime dulces mentirijillas”.
Christine McVie escribió muchas y muy buenas canciones más, pero estas cuatro están entre los grandes éxitos no solo de Fleetwood Mac, sino de la historia del rock. La prueba es que se siguen vendiendo, emitiendo, radiando. Christine (casi a la vez que Jerry Lee L.) ya vive en el olimpo del rock.
CARLOS DEL RIEGO