Muere el ciclista Iñaki Lejarreta a causa de un atropello

Llevo tres meses sin montar en bicicleta, pero no he dejado de seguir la competición ciclista. El domingo, cuando llegué de Venta de Baños, me enteré de que Iñaki Lejarreta, sobrino del ex-ciclista profesional de carretera Marino Lejarreta, había fallecido ese mismo domingo mientras entrenaba, al ser atropellado por un vehículo. Ya van varios atropellos en poco tiempo de ciclistas que se dedican profesionalmente a esto, alguno se salvó pero en cambio, otros no lo han logrado. Aparte de Iñaki, hace pocos meses fallecía Víctor Cabello por la misma circunstancia. No solo hay problemas con los profesionales, muchísimos cicloturistas tienen accidentes con vehículos, algunos se salvan pero otros, por desgracia, no corren la misma suerte.
Desconozco cómo fue el accidente, pero el hecho es que al ciclista cuando va por la carretera no se le respeta, se le ve como un obstáculo, algo molesto sobre dos ruedas.
Vivimos en un mundo en el que se suele pensar más en los coches que en otros medios de desplazamiento como puede ser perfectamente la bicicleta. Las carreteras que contactan un pueblo con otro en muchas ocasiones no tienen arcén, algo fundamental para poder circular de forma decente con la bici. Este tipo de carreteras, que comunican un pueblo con otro, deberían hacerse pensando en que hay personas que pueden transcurrir por allí en bicicleta, bien para ir de un pueblo a otro para trabajar o para darse un paseo con la bici de un sitio a otro. Pero no se hace, éste tipo de carreteras se siguen haciendo para los coches.
El caso de Iñaki Lejarreta me ha animado a escribir este artículo. Creo que no nos planteamos que todos podemos convivir en la carretera.