Una grave caída del piloto de MotoGP, Marco Simoncelli, acabó ayer con la vida del piloto italiano en el circuito de Sepang (Malasia).
No pudo superar las graves heridas que le produjo un tremendo accidente en la pista y murió a las 16:56h, hora local de Malasia, las 10:56h en nuestro país.
Tan solo dos vueltas de carrera cuando Simoncelli se cayó cuando rodaba en cuarto lugar, Colin Edwards y Valentino Rossi, que iban inmediatamente por detrás, no pudieron evitar embestirlo y de la fuerza del impacto, al piloto italiano le salto el casco.
Unas imágenes duras, tristes, impactantes para todos los que nos hemos caído unas cuantas veces de nuestra moto y sabemos lo que representa perder el caso.
La carrera quedó suspendida primero, y después cancelada, debido a la gravedad de la caída. El hecho de que no se supiera ninguna información del piloto y los gestos de su padre, que esperaba hundido a las puertas del Centro Médico, no hacía presagiar nada bueno. Los médicos intentaron por todos los medios y durante 45 minutos reanimar al piloto, que estuvo en parada cardiorespiratoria, pero al final, el cuerpo de Marco Simoncelli no pudo aguantar las graves heridas en cuello, pecho y cabeza.
Recordemos que Simoncelli se proclamó campeón del mundo de 250cc en 2008, precisamente en el circuito donde ayer trágicamente perdió la vida.
Una triste noticia para el mundo del motociclismo, otro piloto joven muerto luchando por su sueño. Siempre fue el más odiado, el más cuestionado, pero resulta que hoy estamos todos conmocionados con su perdida porqué no es justo que se vaya tan pronto. ¡Descasa en paz campeón!
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