Quizás haya quien me critique pero no me duele para nada la muerte de este dictador inhumano, hipócrita y cínico hasta decir basta, con las manos manchadas de sangre inocente.
No fue un libertador, no fue un intelectual, no fue humanista, no, nada de eso. Fue un dictador, de los peores de la historia moderna que sometió a todo un pueblo durante décadas con ayuda de ese otro carnicero llamado Che Guevara.
Hoy en las formaciones de extrema izquierda, como los radicales de Podemos o de I.U. estarán de luto, pero los demócratas veremos con alivio como un rayo de esperanza, un rayo de luz y democracia empieza a iluminar la isla, sombría de atroz comunismo.
Efectivamente la Historia le juzgará, tal y como el retaba a los jueces altanero y soberbio.
Su legado: pobreza, muerte, exclavitud, dolor, miedo, prostitución generalizada.
En definitiva, una isla, Cuba, completamente destrozada, sometida y empobrecida.
Así es el comunismo, así fue Fidel Castro y así son sus seguidores y quienes defienden al finado criminal.
No merece homenajes ni condolencias … solo desprecio.