Uno de los escritores preferidos de Ray Bradbury y Stephen King
El 2013 no está dejando títere con cabeza. Al menos en el
mundo del cine. Si hace menos de una semana era James Gandolfini quien nos dejaba huérfanos como espectadores, ayer
fue Richard Matheson, de 87 años de
edad, el que cerraba los ojos para siempre. A pesar de que no se sabe con
exactitud, parece ser que Matheson luchaba desde hace tiempo contra una
enfermedad. Nuestro adiós tras el salto.
Aunque la carrera de Richard Matheson tiene sus raíces en
el oficio de escritor, su relación con la gran pantalla siempre ha sido muy
cercana. Conocido principalmente por aportar grandes títulos a la literatura de
ciencia ficción (Soy Leyenda, El
increíble hombre menguante), gran parte de su obra ha sido llevada al cine.
El increíble hombre menguante se
convirtió en una película de culto de la mano de Jack Arnold en 1957. En el
caso de Soy Leyenda, tres veces: El último hombre en la tierra (1964,
Sidney Salkow), El hombre Omega (1971,
Boris Sagal) y Soy Leyenda (2007,
Francis Lawrence).
El prestigio que adquirió gracias a su talento literario
le permitió internarse en el mundo del guión. Así, se codeó con Roger Corman,
uno de los grandes directores de serie B (nacido en el mismo año que Matheson,
por cierto). Para él colaboró en la escritura de La caída de la casa de Usher y El
péndulo de la muerte (1961). La pluma de Matheson también estuvo presente
en varios capítulos de La dimensión
desconocida, Star Trek, y La hora de Alfred Hitchcock. Incluso
escribió el guión del primer largo de Spielberg (El diablo sobre ruedas, 1971).
Se va otro grande, aunque su imaginario ha dejado huella
en el celuloide y en nuestra memoria.