La triste noticia la anticipó el propio Steve Jobs a fines de agosto. El hombre que vivió cada día como si fuera el último enfrentó así su destino:
“Siempre he dicho que si alguna vez llegara un día en que ya no podía cumplir con mis funciones y expectativas como CEO de Apple, yo sería el primero en saberlo y por desgracia, ese día ha llegado”La figura imprescindible para entender la evolución de la tecnología en la últimas décadas falleció hoy a los 56 años tras perder la batalla del cáncer que padecía. El mundo ha perdido a un genio y a un asombroso ser humano que tuvo la visión de ayudarnos a hacer las cosas más simples.
Con respeto y emoción, quiero recordar a Jobs en dos momentos. El primero es este sorprendente anuncio cuando presentó al Macintosh, en 1984, con las imágenes orwellianas del 1984 de Michael Radford. El anuncio se emitió solo una vez, en la final del campeonato de fútbol americano de 1984.
El segundo momento, y que constituye el mejor homenaje de vida a Jobs, es admirar una vez más su discurso en Stanford, una verdadera oda al esfuerzo y a la vida.
Más reacciones: El País, The New York Times, Le Monde, China Daily, Der SpiegelUna mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización